Las inusualmente altas reservas de carbono y diversidad de árboles en Darién
STRI/DICYT Los bosques en Darién son cruciales para el almacenamiento de carbono, la conservación de la biodiversidad, así como para los medios de vida de grupos indígenas locales. Sin embargo, se encuentran amenazados por la tala ilegal. A través de un proyecto participativo de monitoreo de carbono forestal, científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), la Universidad de McGill y el Consejo Nacional de Investigación de Canadá descubrieron fuentes de variación en la biomasa arbórea (AGB), o árboles en pie –una importante reserva de carbono– y exploraron consideraciones para implementar la Reducción de las Emisiones Derivadas de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+) en Darién.
“A las autoridades indígenas les interesaba cuantificar las reservas de carbono forestal mediante mediciones de campo, para validar el potencial de REDD+ de sus bosques y participar en discusiones informadas con los proponentes de REDD+ en el país”, dijo Javier Mateo-Vega, ex becario de STRI y principal investigador del estudio.
Como parte del proyecto, los científicos y un equipo de técnicos indígenas capacitados analizaron 30 parcelas de una hectárea, distribuidas a través de un amplio paisaje de bosque maduro, en áreas perturbadas y no perturbadas. Descubrieron que Darién tiene las mayores reservas de carbono entre nueve bosques maduros del Neotrópico y la segunda más alta biodiversidad de árboles entre cinco bosques maduros de la región, lo que respalda la necesidad de proteger sus bosques de una manera que sea culturalmente respetuosa de los pueblos indígenas de la región.
“He estado trabajando en Darién desde 1993 y también había percibido que estos bosques son excepcionales. Fue muy emocionante cuando analizamos los resultados para ver qué tan excepcionales son en realidad”, dijo Catherine Potvin, investigadora asociada de STRI y Cátedra de Investigación de Canadá sobre Mitigación del Cambio Climático y Bosques Tropicales en la Universidad de McGill. “Esperamos que nuestros resultados ayuden a dar visibilidad a su importancia mundial para el carbono y para la biodiversidad”.
También descubrieron que, aunque la mitad de las parcelas en la muestra había experimentado actividades extractivas indígenas tradicionales, los análisis satelitales de la cubierta vegetal no detectaron cambios en la altura del dosel ni daños notables en el paisaje como lo haría la agricultura o la ganadería. Sin embargo, en el campo, las parcelas perturbadas tenían 54% menos biomasa que los bosques intactos, por lo que sus volúmenes de AGB diferían ampliamente de los de las parcelas no perturbadas, pero su estructura y características no.
Esto llevó a los investigadores a determinar que el principal determinante de la variación en AGB es el nivel de perturbación en el bosque. Es decir, la cantidad de materia orgánica sobre el suelo (en árboles en pie) y la cantidad de carbono que almacena, se ve afectada principalmente por la extracción selectiva de árboles grandes y no tanto por las diferencias entre los tipos de bosques o cualquier otro factor.
El estudio también reveló que, incluso cuando los bosques perturbados perdían la mitad de su carbono en comparación con los no perturbados, mantenían la misma biodiversidad de árboles. Además, los bosques perturbados aún conservaban una capacidad desproporcionadamente alta para secuestrar carbono, lo que sugiere que no deberían excluirse necesariamente de las inversiones en REDD+, dado su interés en enfocarse en áreas donde la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad se puedan lograr simultáneamente.
“Décadas de esfuerzos para proteger el patrimonio natural y cultural de Darién a través de diferentes categorías de gestión de áreas protegidas y regímenes de tenencia de la tierra para los pueblos indígenas están siendo eliminados por la tala ilegal y rampante”, dijo Mateo-Vega. “Nuestro estudio demuestra de manera concluyente lo importantes que son estos bosques para la mitigación del cambio climático, la conservación de la biodiversidad y el bienestar de los pueblos indígenas”.