El IBSAL estudia los sistemas inmunitarios de personas de edad avanzada para identificar factores de riesgo en la COVID-19
IBSAL/DICYT Un grupo de 18 investigadores dirigido por Alberto Orfao, catedrático de la Universidad de Salamanca e investigador del Centro de Investigación del Cáncer (CIC, centro mixto USAL-CSIC) y del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), ha recibido financiación del Fondo COVID-19 del Instituto de Salud Carlos III para desarrollar un proyecto que tratará de lograr avances frente al coronavirus. Su objetivo es identificar factores relacionados con una respuesta deficiente del sistema inmunitario ante al virus SARS-CoV-2, especialmente, en adultos de edad avanzada. El trabajo, que tendrá una duración máxima de 12 meses, se centra en el impacto de la linfocitosis B monoclonal en el desarrollo y evolución de la infección en adultos.
Uno de los factores más preocupantes desde el punto de vista médico así como de gestión es conocer de forma temprana qué pacientes infectados por el virus SARS-CoV-2 están en riesgo de sufrir una forma grave de la enfermedad que haga incluso necesario su ingreso en la UCI o si, por el contrario, pueden superar la enfermedad en su domicilio, aspectos de especial relevancia en una posible segunda oleada de esta pandemia.
Por eso, esta iniciativa pretende contribuir a mejorar el diagnóstico y el manejo clínico de pacientes infectados por el coronavirus a través de la identificación temprana de factores de riesgo relacionados con una respuesta deficiente del sistema inmune frente a este virus, sobre todo en adultos mayores.
El proyecto parte de la hipótesis de que la respuesta deficiente del sistema inmune podría estar relacionada con la presencia de células B clonales en su sangre periférica asociada a una inmunodeficiencia secundaria (subclínica hasta el momento de padecer una infección por un patógeno nuevo).
La idea es identificar, a través de un análisis sencillo de sangre periférica, aquellos pacientes con linfocitosis B monoclonal (un tipo específico de linfocitosis, que es un aumento linfocitos, glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones) y una distribución anormal de numerosas poblaciones celulares circulantes del sistema inmune. Estos factores serían biomarcadores de una respuesta deficiente del sistema inmune frente al virus SARS-CoV-2. Por lo tanto, podrían contribuir a mejorar la estratificación pronóstica temprana de estos pacientes, ya que serían los que presumiblemente tendrían una evolución a formas más graves de la enfermedad.
Un avance así permitiría plantear nuevas estrategias de intervención precoz y hacer una selección más eficiente de aquellos pacientes que requerirán medidas especiales de protección (incluida la vacunación en un futuro próximo) o la hospitalización con intervención terapéutica más temprana. Además, el proyecto realizará una monitorización de la respuesta inmune de los pacientes cuando se produzca un cambio en su situación clínica que contribuirá a definir mejor el impacto de los tratamientos sobre el sistema inmune.
El trabajo de investigación se ha iniciado ya hace unas semanas, en las que se han estudiado ya alrededor de 100 pacientes. El equipo de Orfao espera tener los primeros resultados en este mismo mes de mayo.