Salud Bolivia , Bolivia, Martes, 19 de mayo de 2020 a las 12:01
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El aislamiento colectivo, la estrategia más viable para las poblaciones indígenas frente al COVID-19

Según un estudio publicado en ‘The Lancet’, las medidas preventivas pueden reducir en gran medida la carga de morbilidad y mortalidad en estos grupos

DICYT - Un equipo de antropólogos, médicos, líderes tribales y autoridades locales han desarrollado e implementado un plan de prevención y contención COVID-19 en múltiples fases para los Tsimane, un grupo indígena de recolectores de hortalizas de la Amazonía boliviana. La iniciativa está dirigida por Hillard Kaplan, del Instituto de Ciencias Económicas de la Universidad Chapman (Estados Unidos).
 

El estudio, publicado en ‘The Lancet’, propone que las poblaciones indígenas de todo el mundo comparten características que las hacen especialmente vulnerables a COVID-19, entre ellas más altas tasas de pobreza extrema, el acceso deficiente a infraestructura sanitaria y la presencia de infecciones respiratorias generalizadas. El 7 de mayo, Bolivia tenía 2.081 casos confirmados de COVID-19 y 102 muertes, en gran parte en las provincias de Santa Cruz y La Paz. Hasta ahora, no hay casos confirmados en las ciudades más cercanas a las comunidades Tsimane.
 

El Proyecto Tsimane Health and Life History ha estado trabajando con las comunidades de esta comunidad desde 2002, estudiando su salud y envejecimiento al tiempo que proporcionando atención primaria de salud y vigilancia biomédica. Kaplan, codirector del proyecto, y su equipo detuvieron la actividad investigadora a mediados de marzo para redirigir sus esfuerzos hacia la reducción de los efectos de COVID-19 en las poblaciones tribales con las que trabajan.
 

"La enfermedad se está extendiendo rápidamente en Bolivia, como en muchos lugares del mundo en desarrollo, pero aún no ha llegado a los territorios tribales donde trabajamos", asegura Kaplan, investigador principal de este estudio. "Está claro, por las dolorosas lecciones que hemos aprendido en este país y en Europa, que la planificación anticipada es la clave para mitigar los efectos devastadores de la enfermedad".
 

Kaplan y su equipo desarrollaron su estrategia en dos vías. La primera es que las medidas preventivas pueden reducir en gran medida la carga de morbilidad y mortalidad. El segundo es que cualquier plan efectivo debe ser colaborativo entre todos los interesados y debe involucrar a las poblaciones indígenas en el proceso de decisión.
 

El consenso entre los Tsimane es que el aislamiento colectivo es la estrategia más viable para minimizar la exposición a COVID-19 hasta que vacunas o tratamientos estén disponibles. Los investigadores utilizaron estas reuniones comunitarias para comunicar buenas prácticas respecto al aislamiento colectivo.
 

El equipo viajó a alrededor de 60 aldeas para celebrar reuniones comunitarias. Los investigadores enviaron hablantes nativos del idioma Tsimane a estas reuniones para informar a la población sobre los riesgos de COVID-19 y promover un proceso de toma de decisiones colectivas sobre la mejor manera de responder a la epidemia. Estas reuniones conducen a un acuerdo unánime por parte de los Tsimanes para aislar colectivamente al territorio tribal y sus pobladores para evitar la interacción con el mundo exterior.


Los investigadores creen que su enfoque se puede adaptar en general a las poblaciones tribales y aborígenes de todo el mundo para evitar una mortalidad generalizada, y continuarán ajustando sus planes de acuerdo con las circunstancias locales y los futuros descubrimientos en torno a COVID-19.