Environment Mexico , Baja California Sur, Tuesday, October 31 of 2023, 10:27
COLUMNA | SOMOS MAMÍFEROS

Mamíferos silvestres

Unos de los hábitats más comunes en el planeta son los bosques, sin embargo, también hay que tener estructuras especiales, adaptadas para vivir en ellos y subsistir con éxito

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Los mamíferos silvestres son por definición estricta aquellos que viven en los bosques o selvas (del latín silva), aunque el término se ha empleado para referirse a las especies no domesticadas. El término bosque, en su sentido amplio, es el tipo de vegetación constituida por diversas especies perennes, incluye lo que la mayoría de nosotros conocemos como selvas (tropicales) y bosques (extratropicales). Este conjunto de ecosistemas son los más reconocidos por todas las personas, debido a que cubren aproximadamente un tercio de la superficie de la Tierra, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Existen diferentes tipos de bosques, los hay con climas tropicales, húmedo, templado o muy fríos. Entre todos ellos, el bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla es el más vulnerable debido a sus características de ubicación (laderas de montañas) y clima (gran humedad relativa y lluvias constantes durante todo el año). El bosque mesófilo es el más susceptible al impacto negativo del cambio climático y se considera como zona de importancia para el establecimiento de áreas de cultivo de especies perennes como es el caso del café. El cambio climático puede ocasionar que estos ecosistemas se extingan por completo y no solamente desaparecería la vegetación, también toda la fauna que vive allí, entre ellos los mamíferos.


Los mamíferos que habitan los bosques han adaptado sus estructuras y su fisiología a este tipo de ecosistemas. ¿Y cuáles serían estas adaptaciones? Al igual que como sucede en otros ecosistemas, como las tundras bajo el hielo o los desiertos cubiertos por arena. Los mamíferos que viven en los bosques presentan patrones de colores en su pelaje que los ayuda a pasar inadvertidos. En este tipo de ambientes la paleta de colores que predominan es la de los pardos, grises y negros. El color negro que presentan algunas especies como el oso negro (Ursus americanus) les ayuda a camuflarse para poder atrapar con mayor facilidad a sus presas, sin importar su gran tamaño. Lo mismo sucede con las panteras, que en realidad son individuos melánicos, es decir, de color negro de especies que comúnmente no son de este color, como lo son los jaguares (Panthera onca), leopardos (Panthera pardus) y pumas (Puma concolor).


No todos los mamíferos poseen un color uniforme o solamente un color. Lo más común es que presenten varios, incluso patrones, como es el caso de varios felinos. Los tigres (Panthera tigris) presentan rayas; los jaguares, leopardos, tigrillos (Leopardus pardalis), margays (Leopardus wiedii) presentan manchas de diferentes tamaños y formas en forma de rosetas, con una coloración parda oscura diferente a la ocrácea-amarillenta del resto del cuerpo. Otros patrones de coloración son como las colas anilladas como los cacomixtles (Bassariscus sp.). Los diferentes patrones de las especies les ayudan a camuflarse en la espesa vegetación que comúnmente existe en los bosques. Además, los felinos son hábiles trepadores de árboles, así el moverse por encima del sotobosque no es ningún problema para seguir desplazándose sin ser visto por sus presas.


Al existir una vegetación tan densa en la mayoría de los bosques, los mamíferos deben de poder moverse rápido y sin dificultad. Para esta finalidad, los orangutanes desarrollaron un desplazamiento braquial, es decir, usando principalmente sus extremidades delanteras, incluso llegando a ser de una mayor longitud en comparación de sus extremidades traseras. La mayoría de los monos tienen desplazamiento arbóreo y raramente bajan al suelo. Casi todas sus actividades cotidianas las realizan en la seguridad y elevación de las ramas de los árboles. Poseen extremidades superiores más largas, también adaptaron su cola a ser prensil, convirtiéndose en una extremidad más. La cola prensil es usada para asirse de las ramas y tener un movimiento más fluido a través de las copas de los árboles. En muchas de las especies el dedo pulgar de sus manos y pies puede ser oponible, lo que les ayuda a agarrarse.


Otras especies de vegetación arbórea asociada a los bosques se caracterizan por tener colas largas, lo que les permite usar la cola como balancín en su deambular por los árboles, es el caso más notorio el de las ardillas arborícolas. También dentro de las ardillas destacan las denominadas “voladoras”, que poseen una membrana ente su cuerpo y las extremidades que les permite planear de un árbol a otro, acelerando el desplazamiento entre los árboles.


Las largas y curvas garras es otra adaptación a la vida asociada a los bosques. Estas garras funcionan como gancho que les permite desplazarse entre las ramas. La forma de las garras hace que el animal “cuelgue” de las ramas lo que facilita el desplazamiento y su permanencia en las ramas al no gastar energía para mantenerse sujeto a las ramas, incluso pueden descansar, comer o amamantar colgados de los árboles como sucede con los perezosos (Bradypus variegatus). En el caso específico de los perezosos, además de desarrollar largas garras en forma de ganchos, se han adaptado de diversas formas a la vida en los bosques. Por ejemplo, los perezosos se desplazan muy lentamente, lo que les permite ahorrar energía y quedarse estáticos en un lugar durante mucho tiempo y de esta manera se casi imperceptibles para sus depredadores a pesar de su gran tamaño. Además de su lento desplazamiento, su pelaje se convierte en hábitat de algunas algas, por lo que su pelaje puede parecer a simple vista verde. Además de contribuir a su camuflaje, las algas les brindan nutrientes que pueden ser absorbidos por medio del mismo pelo o la piel, de manea que, aunque no se alimente continuamente, puede subsistir quedándose inmóvil colgado de una rama de un árbol.


Los bosques ofrecen un amplio menú de opciones vegetarianas, de manera que habitan muchos mamíferos no carnívoros se alimentan de semillas, granos, brotes, hojas, pastos, frutos, entre oros. A su vez, estos consumidores primarios son el menú de los carnívoros.


De manera que los bosques son ecosistemas con alta diversidad y abundancia de especies de mamíferos que se han adaptado eficazmente al modo de vida que allí se presenta.

 

Autores

 

Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).