Health Spain , León, Tuesday, May 16 of 2006, 18:43

Investigadores de la Universidad de León contribuyen al descubrimiento de un nuevo tratamiento contra una infección alimentaria mortal

La listeriosis se manifiesta en forma de meningitis o septicemia y aborto en las embarazadas

MJF/DICYT Un grupo de investigadores de la Universidad de León, dirigido por el catedrático José Antonio Vázquez-Boland, ha llevado a cabo un trabajo de investigación básica en genómica y mecanismos patogénicos que ha permitido el descubrimiento de un posible nuevo tratamiento para la listeriosis, una grave infección de origen alimentario causada por la bacteria listeria monocytogenes, que se manifiesta en forma de meningitis o septicemia y aborto en las embarazadas, que y causa la muerte de hasta el 30% de las personas que la contraen.

 

El nuevo trabajo del grupo describe que la fosfomicina, un antibiótico de amplio espectro descubierto en la década de 1960 precisamente en España, es incorporado por la bacteria a través de Hpt, un transportador de membrana que permite a la bacteria robar glucosa fosfato (la forma en la que la glucosa se encuentra en el interior de las células) para nutrirse y multiplicarse rápidamente en los tejidos del hospedador animal o humano.

 

Como los ensayos para determinar si un antibiótico es activo o no frente a un determinado microorganismo se realizan in vitro, o sea, en condiciones de laboratorio sin que la bacteria se encuentre en contacto con células vivas, la bacteria carece de Hpt y por tanto aparece como resistente a la fosfomicina. Esto ha hecho que este antibiótico nunca haya sido considerado hasta ahora para el tratamiento de la listeriosis. Sin embargo, la investigación pone de manifiesto que puesto que Hpt entra en funcionamiento cuando la bacteria está dentro de las células, la fosfomicina es en realidad efectiva contra Listeria durante la infección.

 

La importancia del hallazgo reside en que la listeria monocytogenes responde mal a los antibióticos actualmente utilizados en su tratamiento, ya que éstos penetran difícilmente hasta los sitios donde se localiza la infección, en particular el cerebro. Esto contribuye a explicar la elevada tasa de mortalidad de la listeriosis, entre un 20 y un 30% de los pacientes hospitalizados. "La fosfomicina, en cambio, tiene gran poder de penetración y nuestros resultados sugieren que podría ser potencialmente útil e introducir una mejora en la terapia antibiótica combinada frente a Listeria", explica Vázquez-Boland.


Por ello, el catedrático de la Universidad de León asegura estar "muy satisfecho, ya que nuestros hallazgos constituyen un claro ejemplo de la importancia de la investigación básica en el desarrollo de nuevas aplicaciones útiles en la esfera biomédica". El estudio tiene además otras implicaciones prácticas, ya que muestra que un antibiótico se puede mostrar ineficaz in vitro cuando en realidad es activo en la persona o animal infectado.

 

Dicha paradoja incorpora cierta dosis de optimismo en un panorama marcado por el creciente nivel de resistencia de las bacterias a los antibióticos y sirve de llamada de atención sobre la necesidad de revisar los criterios actualmente utilizados para determinar la susceptibilidad de los microorganismos a los fármacos antimicrobianos. "Los datos de susceptibilidad antimicrobiana obtenidos in vitro deberían ser sistemáticamente validados en modelos animales que tengan en cuenta los factores y variables que la bacteria encuentra en el hospedador infectado", puntualizan los autores del estudio.

Los resultados de esta investigación han sido publicados en el último número de la revista Nature Medicine, una publicación científica de gran prestigio que rechaza el 80% de los trabajos que recibe.