Ciencia España Lyon, Internacional, Lunes, 26 de junio de 2006 a las 14:13

Los análisis de ADN confirman que los neandertales no son nuestros antepasados

Investigadores franceses demuestran un declive en la diversidad genética de estos homínidos, que pudo deberse a su exterminio por el 'Homo Sapiens'

Miguel García Sancho/DICYT Las tecnologías de secuenciación de ADN han demostrado que el Homo Neandertal, especie que vivió en Europa hace más de 30.000 años, no es el ancestro de los seres humanos actuales. Un equipo francés ha secuenciado el material genético de Neandertal más antiguo hasta la fecha para comprobar que su estructura no guarda similitudes con la del Homo Sapiens, especie con la que convivió y de la que procedemos. Sus hallazgos respaldan la teoría de que no hubo mestizaje entre Neandertal y Homo Sapiens, hasta el punto de que el primero pudo ser exterminado por nuestros antecesores.

 

El ADN secuenciado proviene de la muela de un niño que vivió en la cueva de Scladina (situada al Sur de Bélgica) hace 100.000 años. Los científicos de la Escuela Normal Superior de Lyon han aplicado a este material (del que están hechos nuestros genes) las mismas técnicas que en el Proyecto Genoma Humano, con el objeto de determinar la estructura de nucleótidos o subunidades que lo componen. Comparando esta estructura con secuencias de ADN de Homo sapiens obtenidas anteriormente por otros investigadores han concluido que no existen similitudes que puedan derivar en un parentesco.

 

El equipo, liderado por la paleontóloga Catherine Hänni, ha tenido que emplear técnicas especiales, puesto que el ADN fósil se encuentra siempre deteriorado. Para empezar, el fragmento analizado, de muy pequeño tamaño, no proviene del núcleo de las células de la muela, sino de la mitocondria, otro componente que se hereda de madre a hijo y aguanta mejor el paso del tiempo. El método de secuenciación ha tenido que incluir una serie de reacciones químicas para corregir las alteraciones en el ADN producidas después de la muerte.

 

Los investigadores han cotejado sus resultados con más de 7.000 secuencias humanas publicadas en distintas revistas y bases de datos. Su conclusión es que la secuencia de Scladina "parece más remotamente relacionada con los humanos que con las secuencias de Neandertal disponibles en este momento", según afirman en el artículo, que ha aparece publicado en la revista Current Biology.

 

Diversidad genética

 

El estudio incluye también comparaciones entre la muela de Scladina y otras secuencias de Neandertal más modernas, de entre 29.000 y 42.000 años. De ellas, los científicos concluyen que "la diversidad genética de los Neandertales ha sido subestimada", pues las diferencias entre una secuencia y otras son mayores de lo esperado.

 

Esto lleva al equipo a postular la progresiva desaparición de grandes cantidades de Neandertales, con la consiguiente disminución de secuencias y diversidad genética. Entre los factores que apuntan destacan los "cambios climáticos" (fundamentalmente las glaciaciones) y la "convivencia" con el Homo Sapiens hace 35.000 años.

 

Con este último factor, los científicos se refieren a una posible exterminación del Neandertal por el Homo sapiens a partir, por ejemplo, de una guerra. Ambos homínidos coexistieron en Europa durante 5.000 años, hasta la súbita y misteriosa extinción del Neandertal.

 

 

Investigaciones similares en Atapuerca

Los trabajos sobre el Homo Neandertal realizados por los científicos franceses son semejantes a los que el equipo de Atapuerca desarrolla desde hace casi 30 años. Los investigadores de este yacimiento, situado en la provincia de Burgos, se concentran en los Homos Antecessor y Heidelbergensis, especies que existieron en la zona hace un millón y 500.000 años respectivamente. Ambos homínidos son considerados ancestros de los Neandertales.

 

El equipo de Atapuerca ha investigado los orígenes de los primeros Homos europeos. Según la tesis de la paleontóloga María Martinón-Torres, el Homo Georgicus (especie localizada en Asia hace 1'8 millones de años) es el ancestro común del Homo Sapiens y el Neandertal.

 

Esta teoría cuestiona el modelo tradicional, que sitúa nuestros orígenes en África a través del Homo Habilis, especie que existió hace dos millones de años. Para Martinón-Torres, este homínido responde más a las características del Australophitecus (especie anterior al género homo) que a las especies modernas. El primer antecedente directo de estas especies sería, por lo tanto, el Homo georgicus, localizado en el actual estado de Georgia.

 

Otro foco de investigación sobre homínidos en España es la cueva asturiana del Sidrón, donde se han encontrado restos de Neandertal también sometidos a análisis de ADN. Las conclusiones comparten la oposición al mestizaje entre esta especie y el Homo Sapiens, aunque apuntan a una menor diversidad genética entre los Neandertales.