Ciencia España , Valladolid, Jueves, 06 de julio de 2006 a las 18:20

La planta de compostaje del Ayuntamiento de Valladolid investiga las condiciones ambientales óptimas para el tratamiento de los residuos

El Consistorio recibió la ‘Escoba de Plata’ en el marco de la Feria Internacional de Urbanismo y Medio Ambiente por su participación en este estudio

Marta Dompablo/DICYT La Planta de Recuperación y Compostaje del Ayuntamiento de Valladolid ha participado en un proyecto de I+D para la definición de variables e indicadores ambientales en el tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Este trabajo se ha realizado en colaboración con el Centro de Investigación y Desarrollo del Campo Urolia Environnement y el Laboratorio de Biotecnología de Medio Ambiente del Instituto Nacional Francés de Investigación Agronómica. Por su aportación en esta investigación, el Ayuntamiento vallisoletano recibió, su segunda Escoba de Plata, durante la celebración de la Feria Internacional de Urbanismo y Medio Ambiente en Madrid.


El técnico del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento de Valladolid y responsable de la planta de Tratamiento de Residuos Urbanos, Javier Ruiz, ha explicado a DICYT que el objetivo de la investigación, ya concluida, era definir parámetros ambientales de forma empírica para el tratamiento de las basuras, de modo que se pudiera obtener un mayor rendimiento económico, energético y medioambiental en el tratamiento de los mismos. Entre las  finalidades del proyecto se encontraban la determinación del tiempo que puede permanecer el compost (sustancia obtenida de manera artificial por la fermentación de residuos orgánicos) en un túnel de compostaje o en un digestor anaerobio, para que la producción de biogás sea óptima.

Asimismo, el estudio logró definir una metodología de medición y seguimiento de los procedimientos energéticos (compostaje) y los materiales conseguidos a partir de los procesos de biometanización (el biogás). El compostaje es un proceso biológico que se produce al contacto con el oxígeno y que hace que los microorganismos actúen sobre la materia orgánica, para la obtención de compost.


El proyecto, que tuvo dos años de duración, se desarrolló en tres fases. En la primera se estudió el rendimiento de las líneas de selección de residuos; en la segunda el compostaje; y en la tercera, la biometanización o tratamiento anaerobio (sin oxígeno). De este modo, en la primera fase se realizó un análisis cualitativo y cuantitativo para determinar el rendimiento productivo de los materiales recuperados.

En la segunda fase se intentó identificar y caracterizar los distintos parámetros que influyen en la producción de compostaje mediante la realización de análisis físico-químicos, agronómicos y control de patógenos. Finalmente, la tercera pretendía la identificación de la cantidad y calidad del biogás producido en función del residuo orgánico.

Ruiz ha indicado que "se tiene muy poca experiencia en este tipo de residuos" y se desconoce, por ejemplo, los metros cúbicos que debe tener un digestor para el funcionamiento óptimo del tratamiento de residuos.  Según apuntó, el digestor anaerobio es un cajón de hormigón (en el caso de Valladolid prismático y horizontal), en el que se mueve el producto por medio de unos agitadores y se arrastran las microburbujas de metano que se producen a la superficie. En este contenedor se crea un microsistema de bacterias que transforman la materia orgánica para que se libere biogás. Asimismo, un piso móvil arrastra los restos impropios como cerámicas, piedras y vidrio. En este sentido, el técnico ha apuntado que aunque la investigación ha concluido se sigue trabajando en la caracterización de residuos, porque los parámetros que influyen y que pueden variar son muy numerosos.

Separar la basura


La Planta de Recuperación y Compostaje de Valladolid planta lleva en funcionamiento desde el año 2001. Una de sus características principales es que trabaja con humedades del 70%, llamados de vía seca, frente a la mayoría de los que se emplean habitualmente, que se conocen como los de vía húmeda y que trabajan con humedades del 90%. Esto le permite obtener una mayor cantidad de energía por cada metro cúbico de materia orgánica que llega al foso. La planta ocupa una superficie de 12 hectáreas y permite el reciclado de aproximadamente la mitad de los residuos urbanos que llegan, porque se producen muchas pérdidas por la humedad. En el año 2005 se procesaron más de 200.000 toneladas en el recinto. Además, este proceso permite la obtención de la mitad de energía eléctrica de la que se consume en la planta.

El compost o abono orgánico en la actualidad se utiliza para el sellado de vertederos y también para la agricultura, aunque en menor medida. A este respecto, el técnico ha argumentado que podría usarse más en agricultura, "por ejemplo en suelos con deficiencia de materia orgánica”. Al mismo tiempo ha apuntado que una desventaja del compost de residuos urbanos es que no se puede utilizar en jardines, por los residuos de minúsculos cristales que pueden contener.

Esta planta recoge los residuos de Valladolid y su provincia así como de algunos de los puntos limpios. El técnico de esta planta ha aconsejado a los ciudadanos que separen los desechos, ya que como explica este tipo de instalaciones "no tienen sentido", si previamente no se ha realizado una labor de selección en los hogares. "Es necesario que incorporen cuatro cubos de basura a sus casas, como se hace en otros países europeos donde se separa el vidrio, el papel y cartón, los desechos orgánicos y los inorgánicos (donde irían las latas que es un material limpio de fácil separación con la utilización de imanes)", concluye.