Salud España Valladolid, España, Viernes, 26 de marzo de 2004 a las 19:35

Expertos en cardiología aseguran que la regeneración de las células del corazón será una realidad en 10 años

El 'I Simposio Internacional de Terapia Celular Aplicada a Enfermedades Cardiovasculares' reúne a más de 200 cardiólogos e investigadores de todo el mundo

BGA/DICYT Expertos en cardiología han asegurado hoy en Valladolid que la regeneración de las células en el corazón podría ser una realidad, aplicada en hospitales en un plazo aproximado de 10 años, lo que permitiría recuperar zonas infartadas del corazón evitando la dilatación que se produce en las mismas tras la lesión, que puede provocar que el paciente sea un enfermo crónico y sufra graves deficiencias cardiovasculares.

Ésta es una de las premisas con las que ha arrancado el I Simposio Internacional de Terapia Celular aplicada a Enfermedades Cardiovasculares que tiene lugar durante el día de hoy en Valladolid y que reúne a las primeras figuras mundiales de esta disciplina para abordar diferentes aspectos de estas terapias.

Entre los asistentes figuran el doctor Francisco Avilés, director del Instituto de Ciencias del Corazón (Icicor) del Hospital Universitario de Valladolid, así como también Rafael Matesanz, director del Centro Nacional de Transplantes y Medicina Regenerativa, que deberá coordinar, según la nueva Ley, todas las investigaciones que se lleven a cabo en la materia; Antonio Campos, director del Instituto de Salud Carlos III y Eduardo de Teresa, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.

Durante el día de hoy se abordaron las diferentes técnicas empleadas en la regeneración de células en el corazón, tanto las que utilizan células adultas, como las que proponen células embrionarias y se han puesto en común algunos de los avances conseguidos por los diferentes equipos que trabajan en ello.

En este sentido, según indicó el doctor Francisco Fernández Avilés, las terapias celulares en enfermedades cardiovasculares se pueden considerar “huérfanas” ya que “se trata de terapias que no requieren grandes inversiones en material, lo que las hace poco apetecibles para la industria del sector que podría invertir en su investigación”, esto supone que el gasto en investigación debe hacerse desde otras entidades, lo que supone un mayor esfuerzo.

Según apuntó Fernández Avilés, el coste de generalizar terapias celulares en pacientes con enfermedades del corazón no requeriría una gran inversión por parte de las administraciones, ya que se haría a través de un trasplante realizado con un catéter, que no implica un gran gasto. Aunque si lo requiere, por ahora, la investigación en los modos de aplicación y en el conocimiento de resultados.

Asimismo, se presentarán ejemplos como el del Hospital Clínico de Valladolid, donde se ha conseguido implantar en el corazón células adultas procedentes de musculatura esquelética o de la médula ósea que, al ser inyectadas en el corazón, terminaban presentando características similares a las células de corazón, lo que demuestra que en su desarrollo son compatibles.

Otra línea de estudio contradice, sin embargo, que las diferentes células progenitoras (óseas o de otro músculo), se transformen en cardiomiocitos (células musculares del corazón) una vez implantadas, por lo que señalan que dichos trasplantes deben hacerse con células del propio corazón.

En cualquier caso y pese a estos matices, se trata de una terapia en la que se avanza rápidamente y que, según indicó Rafael Matesanz, ya está a punto para comenzar con los estudios a gran escala, puesto que se tiene ya una “seguridad altísima de sus resultados”. En esta línea indicó que, para poder aplicarlo de modo generalizado en los hospitales las terapias celulares, deben seguir un proceso de pruebas y ensayos clínicos similares a los que se realizan con cualquier otro medicamento, lo que supone que aún pueden tardar algunos años en poder aplicarse, pero que, en cualquier caso, podrían no ser más de 10. El doctor Fernández Avilés reiteró que, sumando todos los estudios realizados hasta este momento, “cerca de 200 pacientes han tenido ya oportunidad de disfrutar de los beneficios de esta técnica y han tenido una buena evolución clínica”.

 

Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la población occidental y han sido declaradas por la Unión Europea como principal problema de salud. La que presenta un mayor índice de mortalidad es el infarto de miocardio, que ocurre como consecuencia de la interrupción completa y persistente de la irrigación del tejido cardiaco, cuando alguna de las arterias coronarias se bloquea por un coágulo.

Alrededor de un 64% de las muertes por deficiencias cardiacas se deben al infarto, y se da la circunstancia de que existe un porcentaje elevado de personas que sobreviven a un infarto agudo de miocardio, pero sufren posteriormente un fallo en la bomba del corazón que puede llegar a provocar una invalidez permanente e insuficiencias crónicas.

Por ello, el desarrollo de tratamientos que impidan el fallo de bomba tras el infarto suponen una prioridad sanitaria, a la que se intenta dar solución con las diferentes terapias celulares que permiten la regeneración del tejido dañado.