Los nuevos modelos de investigación permiten acortar el tiempo que tardan en desarrollarse los nuevos fármacos
JPA/DICYT Jordi Casafont, jefe del Área Terapéutica de Respiratorio de Novartis Farmacéutica, ha estado hoy en Salamanca para ofrecer una conferencia sobre la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos, dentro del seminario ¡Comunica Salud! Es sano, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca. El especialista ha declarado que en los últimos años se está logrando acortar el proceso de elaboración de los fármacos gracias a los nuevos modelos de investigación que marcan con extrema rigurosidad las pautas que hay que seguir.
En declaraciones a DICYT previas a la conferencia, Casafont ha explicado que "lo que está cambiando es la rigurosidad, en el sentido de cada vez los cánones son más estrictos y más enfocados al desarrollo de fármacos que sabemos que son seguros y eficaces. Pero sobre todo, lo que se está desarrollando en los últimos años son nuevos modelos de investigación y de planteamiento de ensayos clínicos destinados a acortar en lo posible los tiempos de investigación", ha añadido.
De cualquier forma, el proceso por el cual se crea un fármaco nuevo puede durar de cinco a diez años, dependiendo del tipo de medicamento. "La parte inicial es el desarrollo de la molécula en sí, para pasar posteriormente al ensayo con animales, que verifica la seguridad y la eficacia previstas, y, finalmente, se llega a la investigación en seres humanos hasta que se tiene todo el dossier completo de ensayos clínicos que son necesarios para solicitar el registro", explica.
El médico de Novartis destaca la importancia de la colaboración entre las instituciones académicas y las empresas privadas. "Las Universidades y las empresas públicas pueden desarrollar moléculas, un trabajo muy interesante pero que necesita de la industria para poder realizar el posterior ensayo clínico, ya que es un proceso largo en el tiempo y sobre todo muy costoso, así que hace falta una empresa que pueda asumirlo", declara.
Como ejemplo del desarrollo de nuevos fármacos dentro de su área, las afecciones respiratorias, Casafont destaca el lanzamiento por parte de Novartis del primer fármaco biológico para el tratamiento del asma grave no controlado, que tuvo lugar a finales de 2006. Se trata de un anticuerpo monoclonal, es decir, una sustancia que reacciona ante la presencia de un agente dañino, que presenta un mecanismo de acción nuevo capaz de fijarse a las inmunoglobulinas, unas proteínas responsables de iniciar el proceso alérgico. Al evitar que se fije la inmunoglobulina a sus lugares de acción se evita el efecto alérgico. "Es un fármaco indicado para los pacientes asmáticos graves y los resultados son altamente satifactorios. En definitiva constituye un buen ejemplo de los nuevos tipos de investigación", comenta Casafont.
De la Química a la Biotecnología
Casafont ha asegurado que en la actualidad tanto los estudios que se realizan en Novartis como en cualquier empresa que desarrolla fármacos son de gran calidad, "los ensayos están muy bien regulados y se basan en los mismos parámetros sea cual sea el laboratorio que los realiza". En cualquier caso, augura nuevas líneas de estudio que van a resultar revolucionarias en el ámbito de los fármacos y "en la mayoría de las áreas médicas, porque hemos llegado a un punto final de la investigación clásica en fármacos en cuanto al desarrollo químico de las moléculas. En estos momentos está en auge la Biotecnología, y aún se le puede sacar más partido a los conocimientos genéticos", apunta.