El Sacyl apuesta por la prevención del cáncer hereditario
AVPR/DICYT Desde marzo de este mismo año la Junta de Castilla León ha puesto en marcha la Unidad de Consejo Genético en nuestra Comunidad: una extensión de los programas de prevención del cáncer que resulta fundamental para determinar si una persona ha heredado una propensión mayor a desarrollar la enfermedad. Las pruebas que requiere un consejo genético deben ser prescritas por el médico de cabecera, y sólo cuando los antecedentes familiares indican que puede tratarse de una patología heredada. Éste sería el primer paso. Actualmente el Centro de Investigación del Cáncer y el Hospital Clínico de Salamanca coordinan las pruebas de León, Zamora, Ávila y la provincia charra, mientras que el Hospital General Yagüe de Burgos y la Universidad de Valladolid se encarga de coordinar las del resto de la Comunidad.
Cuando una familia ha sufrido varios casos de cáncer que han afectado a algunos de sus miembros en distintas generaciones, el Consejo Genético puede ser un recurso válido para determinar si se trata de un cáncer hereditario o de un cúmulo de fatales casualidades. Sólo algunos tipos de cáncer tienen un componente hereditario, este es el caso del cáncer de mama y ovario y de algunos tipos de cáncer de colon. Los individuos de una misma familia pueden heredar las mutaciones genéticas que están implicadas en esta patología aunque, tal y como indica el catedrático de Medicina de la Universidad de Salamanca, Rogelio González, “heredamos la predisposición, no la enfermedad por lo que hay que tener en cuenta otros factores, esto es, ser portador de una mutación no es sinónimo de estar predestinado a padecer cáncer”.
En la actualidad estos análisis se realizan como método de prevención en casos de cáncer de mama. Si una mujer decide someterse a un consejo genético únicamente debe realizarse una extracción de sangre. Los resultados del análisis se comparan con los obtenidos de las muestras que aporta un familiar enfermo. Entonces se puede determinar si el gen que está mutado, en el caso del cáncer de mama el brca1, ó el brca2 , se manifiesta con el mismo defecto en la persona que ha solicitado el consejo genético. En aquellos casos en los que no es posible comparar las muestras con las de un familiar, y en el que se ha documentado la posibilidad de que se trate de un cáncer de mama con un factor hereditario, el estudio se realiza directamente sobre la muestra obtenida de la persona sana. Cuando el árbol genealógico de una familia muestra un número llamativo de casos de cáncer de distinto tipo en este caso se analizan otros genes, como p53, que pueden manifestar alteraciones en otros tipos de cáncer familiar. Una vez que el médico recibe los resultados, se pregunta al paciente si está dispuesto a conocerlos, y si es así se le comunican. En el supuesto de que se haya heredado la mutación la persona deberá someterse a una vigilancia médica más estrecha.
La prevención en cáncer sigue siendo un factor esencial ya que, según datos del Servicio Territorial de Sanidad, tan sólo un 10% de los cánceres que se manifiestan son hereditarios, mientras que el 90 % están relacionados con los hábitos de vida y con algunos factores ambientales.