Alimentación España Salamanca, Salamanca, Lunes, 09 de julio de 2007 a las 18:06

La población de lobos se ha incrementado en los últimos años al sur del Duero

Las parejas de águilas imperiales han pasado de 21 a 31 en los últimos cuatro años

JPA/DICYT La población de lobos se ha incrementado en los últimos años al sur del Duero, especialmente en las provincias de Segovia y Ávila, según ha manifestado hoy en Salamanca un técnico del Servicio de Espacios Naturales de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Por otra parte, las parejas de águilas imperiales, otra especie a la que se le realiza un especial seguimiento y que además se considera en peligro de extinción, han pasado de 21 a 31 en los últimos cuatro años.

 

José Ignacio Molina García ha participado hoy en el curso de verano de la Universidad de Salamanca sobre Tendencias actuales en la conservación de la biodiversidad española: planes de recuperación y gestión del hábitat para la fauna como experto en estas dos especies que constituyen "ejemplos muy distintos, ya que el águila está en peligro de extención, con un plan de recuperación que está en marcha desde 2003", mientras que en el caso del lobo los criterios de gestión son muy diferentes, porque se trata de un animal protegido por una normativa europea, pero que en el caso de Castilla y León "no ha sufrido decrecimiento desde los años 70, sino que ha colonizado territorios donde hacía más de 100 o 150 años que no existía".

 

Las cifras del lobo

 

En Castilla y Léon se realizó un censo completo del lobo en 2001 que contabilizó 149 manadas, con unos 1.000 ó 1.500 ejemplares, pero desde entonces hasta la actualidad los técnicos llevan a cabo un especial seguimiento al sur del río Duero y han constatado que en los últimos años ha crecido la población de este animal al menos en las provincias de Segovia, que habría pasado de cuatro a siete manadas, y Ávila, que habría duplicado su población de lobos, aunque eso se traduce simplemente en contar con dos manadas en lugar de una. En cualquier caso, con respecto al lobo, se realiza "una gestión como una única población en el noroeste de la Península, compartida con Asturias, Cantabria, Galicia y el norte de Portugal".

 

Según el técnico, la principal diferencia en cuanto a la gestión de estos dos animales está en que el águila imperial necesita que su hábitat sea restaurada después de luchar contra "falta de alimentos, venenos o tendidos eléctricos", mientras que en el caso del lobo lo más importante es "compatibilizar la existencia de la especie con el medio rural", pues carece de la aceptación y comprensión que tienen especies como el oso o las propias águilas, ya que afecta directamente a la actividad económica de algunas zonas.