Más del 55% de los adolescentes salmantinos consume alcohol los fines de semana

JPA/DICYT Un estudio de un grupo de profesores del Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública y Microbiología Médica de la Universidad de Salamanca señala que el 55’4% de los adolescentes salmantinos consume alcohol los fines de semana, aunque esta cifra baja hasta el 47’9% tras ser sometidos a un programa de educación para salud. El proyecto, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio Nacional de Consumo, indica que la edad de inicio en el consumo se sitúa entre los 14 y los 16 años en el 73’2% de los casos, mientras que el 25’9% comienza a beber antes de los 14 años.

Si más de la mitad de los jóvenes consume alcohol los fines de semana, el 3'9% reconoce hacerlo a diario, mientras que un 10% se declara abstemio. Además, un 25'3% de los adolescentes reconoce haber vivido algún episodio de embriaguez en el transcurso del último mes y un 22'2% mezcla el alcohol con otro tipo de drogas, según los datos del estudio, dirigido por el profesor de la Facultad de Medicina José Antonio Mirón Canelo. 

Eficacia del programa

Los protagonistas de esta investigación fueron 300 alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Garantía Social y Diversificación de tres centros de Salamanca, que fueron sometidos a lo largo del pasado curso a dos cuestionarios sobre su relación con el alcohol, uno anterior y otro posterior a la intervención de varios profesionales que intentaron concienciarles sobre el peligro del abuso de esta sustancia. El estudio pretendía, por lo tanto, valorar la efectividad de este programa, que dio resultados "a corto y medio plazo", según ha declarado a DICYT José Antonio Mirón.

Además de bajar en varios puntos el porcentaje de adolescentes que consume alcohol el fin de semana, los que consumen a diario pasaron del 3'9 al 1'7%, mientras que el 40% refiere la necesidad de controlar el consumo una vez que han sido sometidos a la intervención. De hecho, este tipo de acciones de concienciación son más efectivas en el terreno de los conocimientos que en el de los hábitos, más difíciles de interiorizar, según el director del estudio, que ha presentado hoy estos datos en el marco de un curso extraordinario sobre educación para la salud.