Investigadores leoneses caracterizan distintos tipos de miel a partir del polen que contienen
IGC/DICYT Un grupo de científicos de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León trabaja en el análisis del polen presente en diversos tipos de miel con el objeto de poder diferenciar de qué planta proceden y conocer su origen geográfico. Hasta el momento, estos estudios se han aplicado a la caracterización de los tipos de mieles de la provincia y del resto de España.
Para reconocer el tipo de polen presente en la miel, los investigadores preparan muestras del producto mediante una metodología reconocida internacionalmente. Posteriormente, se observan estas muestras a través de un microscopio óptico para identificar el tipo de polen. "La identificación se basa principalmente en la experiencia", comenta Rosa María Valencia, una de las investigadoras responsables del estudio. "Y la experiencia se consigue acumulando horas de observación", puntualiza.
El polen es uno de los elementos involucrados en la reproducción de las plantas. Está formado por dos o tres células que contienen toda la información genética de la parte masculina de la planta. "Es uno de los sistemas celulares más simples que se conocen", explica Valencia. A partir de sus caracteres (polaridad, simetría, tamaño y forma, entre otros) los expertos logran diferenciar a qué planta corresponde, es decir, el origen botánico de la miel.
Origen botánico
Conocer el origen botánico permite además conocer si la miel procede de una sola flor (monofloral) o de una mezcla de flores (multifloral). Además, el análisis del polen permite saber el origen geográfico concreto de esa flor, lo que posibilita identificar de qué lugar concreto procede la miel. Este método, en conjunción con otros análisis como el de las propiedades organolépticas (sabor, olor, etc.) del producto, su composición físico-química, el estudio de su color, permite establecer la denominación de origen de las mieles, como es el caso de la Miel de la Alcarria (Guadalajara) o la de Villuercas-Ibores (Cáceres).
En este sentido, la investigadora ha colaborado con la Asociación de Apicultores de León para analizar las mieles de la provincia, tanto desde el punto de vista del polen como de las propiedades organolépticas. Las mieles predominantes en León son las de brezo y castaño, además de otras que son mezcla de néctar y de mielatos (secrecciones dulces de otros insectos o de la propia planta que las abejas convierten en miel). La provincia es una de las principales productoras de miel de la comunidad, con una cantidad estimada en 600.000 kilos anuales.