Científicos leoneses estudian enzimas para utilizarlas como biocatalizadores en la modificación de fármacos
IGC/DICYT Un 90 por ciento de los fármacos de uso actual se metabolizan en el organismo en algún grado por seis citocromos P450, unas enzimas presentes en las células con núcleo diferenciado y asociadas al retículo endoplásmico. Estas sustancias utilizan una gran variabilidad de sustratos y son capaces de acelerar o ralentizar las reacciones químicas que se producen en el interior de la célula. Una capacidad que los científicos de la Universidad de León están intentando modificar en dos de dichas proteínas para poder aplicarlas a la síntesis de diversos fármacos y potenciar así sus efectos, reduciendo las reacciones adversas que puedan generar los medicamentos.
Los investigadores del Instituto de Biología Molecular, Genómica y Proteómica de la Universidad de León han clonado dos de estos citocromos P450, phac A y phac B, estas enzimas “introducen un grupo hidroxilo en un anillo bencénico”, comenta a DICYT José Manuel Fernández-Cañón, científico responsable del estudio. La hidroxilación permite que se asimilen como fuente de carbono diversas moléculas naturales.
Estos citocromos no existen en humanos, aunque en nuestro organismo, los citocromos P450 “intervienen en la destoxificación de drogas y fármacos”, comenta Fernández-Cañón. Los citocromos P450 phacA y phacB proceden del hongo Aspergillus nidulans, y son capaces de utilizar varios sustratos. Así, los científicos leones esperan aprovechar esta propiedad para “modificarlos y aplicar su nueva especificidad de sustrato en diversos fármacos que también presenten un anillo bencénico”.
Fármacos
Algunos de los fármacos sobre los que se va a estudiar la aplicación de citocromos mutantes son la lovastatina, fármaco de la familia de las estatinas utilizado en la reducción de colesterol y triglicéridos en humanos, que presenta ciertas contraindicaciones e incompatibilidades y contiene varios anillos bencénicos; y el resveratrol, compuesto polifenólico que se obtiene de la piel de la uva y de la aceituna con efectos antioxidantes y cardioprotectores. Los polifenoles presentan igualmente varios anillos bencénicos.
De esta manera, como resultado final del estudio se podrá analizar si estas nuevas enzimas generadas son capaces de modificar estos compuestos, y, posteriormente, "comprobar si tienen más potencia, más efecto protector, menos toxicidad, etcétera”. En el momento actual, los investigadores pretenden expresar los citocromos como enzimas solubles en la bacteria Escherichia coli. “Para trabajar con ellos necesitamos un sistema rápido. Es más fácil quitarlos del hongo, que tarda más en crecer, y clonarlos en una bacteria que no tiene membranas internas y crece más rápidamente”, explica Fernández-Cañón.