Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas analizan en Salamanca el origen del cáncer de páncreas
JPA/DICYT El Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca ha acogido esta mañana una charla de Francisco Real y Nuria Malats, científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), acerca de los factores que dan lugar al tumor de páncreas, uno de los más agresivos y con menor índice de supervivencia. Aunque se han identificado posibles influencias ambientales, es probable que el desarrollo de la enfermedad sólo se explique por sus interacciones con factores genéticos.
La labor de estos dos investigadores del CNIO se centra en "identificar factores de riesgo, tanto ambientales como genéticos en el cáncer de páncreas, vejiga y mama", ha explicado a DICYT Nuria Malats. "El cáncer de páncreas es una enfermedad muy compleja en cuanto a su etiología y en ella participan tanto factores ambientales como genéticos". Aunque seguramente los factores ambientales explican más su desarrollo, es muy difícil identificarlos y diseccionar este escenario etiológico", comenta. En ese sentido, asegura que existen "algunas pistas" sobre la influencia del tabaco, de algunas dietas o de enfermedades como la diabetes y la pancreatitis e incluso algunas ocupaciones. "Pero hay algo más que seguramente se explica por la parte genética y las interacciones que tiene con las ambientales", añade.
Para Nuria Malats, es casi seguro que sin la concurrencia de causas genéticas y ambientales, el tumor no se desarrollaría. "Desconozco si existe algún caso de cáncer de páncreas que esté totalmente debido a factores ambientales. Por el contrario, hay factores que tienen una componente genética más importante, porque tenemos casos familiares de tumores de páncreas en los que se han identificado genes que explican mucho la etiología. Sin embargo, incluso así el riesgo aumenta en presencia de factores ambientales, así que siempre hay interacción", concluye.
Escasa prevalencia
Los casos de cáncer de páncreas diagnosticados son pocos, unos 10 por cada 100.000 habitantes, pero la mayor parte de los pacientes con un tumor de este tipo se muere en un periodo de seis meses. "Algunos ensayos clínicos apuntan a una supervivencia a los cinco años de entre un 10 y un 15%, pero seguramente son casos muy seleccionados de tumores poco agresivos, o diagnosticados en una fase muy precoz e incluso casos de diagnóstico equívoco", señala la investigadora.