Académico de la Universidad de Santiago recibe Premio al Espíritu Antártico 2011
USACH/DICYT Más de veinte años dedicado a la investigación antártica y la formación de investigadores que le han seguido los pasos en el conocimiento del “Continente Blanco”, y una calidad humana incuestionable, fueron las razones que gravitaron en la elección del Dr. Gustavo Zúñiga, académico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) como Premio al Espíritu Antártico 2011, en la ceremonia de cierre de la VIII Reunión Chilena de Investigación Antártica, realizada recientemente.
Doctor en Ciencias Biológicas, actualmente es profesor titular de la Facultad de Química y Biología de la USACH, y sólo hace pocos meses fue elegido presidente de la Red Chilena de Investigación en Plantas Antárticas. Su principal interés investigativo está en el desarrollo de metodologías con el cultivo in vitro de células vegetales para la obtención de productos naturales con actividad biológica.
“Este premio me produce una alegría inmensa, fundamentalmente, porque es inesperado. No sé si soy efectivamente tan merecedor del ‘Espíritu’, pero sí sé que en los años en que he estado involucrado en la investigación antártica, he puesto mucho cariño, esfuerzo y empeño”, sostiene Zúñiga, quien se da tiempo para recordar sus primeros pasos en estos temas, relacionados con su ex tutor, Luis Corcuera, quien lo invitó a imbuirse en investigaciones en esta región tan bella como extrema de nuestro país.
En el ámbito de la investigación antártica, el académico de la USACH ha contribuido al conocimiento sobre Deschampsia antártica (por pasto antártico); como a formar estudiantes que también se interesen en trabajar en estos asuntos, lo que ha sido potenciado por la labor del propio Instituto Antártico Chileno: “El hecho de que esta organización tenga una política de favorecer a investigadores jóvenes es un buen aliciente para que la gente que trabaja en temas antárticos pueda iniciar sus propias líneas. No es bueno seguir siempre dependiendo del tutor, porque tiene más años o porque tiene más currículum. Es muy positivo que se reconozca y haya espacio para que gente joven que tiene ideas interesantes y también muchas ganas de trabajar, se pueda integrar a la Antártica”, sostiene el galardonado.
En relación a si se necesita alguna cualidad especial para trabajar en el “Continente Blanco”, el Dr. Zúñiga es enfático: “Como alguien me dijo, si uno se enamora de la Antártica, el resto de las cosas pasan sopladas. Cuando nos iniciamos en la investigación antártica no había teléfono, eran comunicaciones por radio y sólo cuando se podía; uno prácticamente estaba aislado. Ahora, la condición es totalmente distinta y la gente está muy entusiasmada. Al país le hace bien que haya un grupo potente de gente que está relacionada con la investigación en el continente. Es la única forma en que podamos mantener una presencia allí y somos los más cercanos en esta zona. Tenemos que aprovechar eso”, concluye.