Aditivos que reducen la contaminación del alimento de los cerdos
INFOUNIVERSIDADES/DICYT Una serie de ensayos in vitro, realizada por la doctora Carina Pereyra del departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad Nacional de Río Cuarto, comprobó que ciertos adsorbentes de origen biológico, incluidos en aditivos nutricionales, reducen los efectos nocivos que causa la ingesta de alimentos contaminados por parte de los cerdos.
La producción porcina es de gran importancia para el mundo: “En los últimos 30 años, el consumo de carne de cerdo evolucionó en consonancia con el crecimiento de la población mundial”, indicó a InfoUniversidades Pereyra, y agregó que “Argentina ocupa un lugar importante a nivel mundial como país ganadero, ya que produce el 5% de la faena, ubicándose en el quinto puesto luego de Estados Unidos, Brasil, China y Rusia”.
En nuestro país la alimentación representa la mayor parte del costo total de los sistemas de producción porcina. Si bien los avances en las prácticas del manejo y el uso de programas mejorados de genética y vacunaciones impulsaron el rendimiento porcino hasta alcanzar niveles récord de eficiencia, “la contaminación de los alimentos con hongos y micotoxinas sigue siendo un obstáculo para la optimización del rendimiento”, señaló Pereyra.
Según explicó la microbióloga, el estudio se basó en el análisis de la incidencia de hongos y micotoxinas en los alimentos que se emplean para la alimentación de los cerdos; además, se ensayaron métodos de prevención de las micotoxicosis, ya que “los alimentos balanceados destinados a cerdas en diferentes etapas de reproducción y a cerdos en diferentes etapas de crecimiento poseen un grado de micotoxicidad que puede afectar no sólo los parámetros productivos, sino también la salud de los animales”.
La enorme cantidad de brotes de contaminación de los productos agrícolas con micotoxinas motivó que investigadores de todo el mundo desarrollen métodos para prevención y detoxificación.
Fue en este marco que Pereyra, junto a investigadores locales, ensayó diferentes procesos de detoxificación mediante la utilización de adsorbentes de origen biológico, como paredes celulares de levaduras de Saccharomyces cerevisiae y conidios muertos de aspergilos negros.
“Las estructuras se emplearon para determinar su capacidad de adsorber las dos micotoxinas encontradas en los alimentos en altos niveles, estas fueron zearalenona (que actúa alterando el sistema reproductor de los animales) y aflatoxina B1 (altamente tóxica, produce efectos deletéreos sobre el hígado, el sistema inmune, y puede llegar a ser carcinogénica y teratogénica en altas concentraciones). La presencia de estas micotoxinas en los alimentos conduce a la disminución de la productividad animal”, explicó Pereyra.
Los ensayos demostraron que ambas estructuras adsorben en forma in vitro las micotoxinas mencionadas. Para el ensayo, se simularon las condiciones gastrointestinales del cerdo. Se analizó la capacidad de adsorción a pH 2 y pH 6, emulando los fluidos gástrico e intestinal, a 37º C y durante 30 minutos para simular la temperatura corporal del animal y el tiempo en que este tardaría en digerir el alimento contaminado con la micotoxina.
“Los resultados indican que los adsorbentes de origen biológico son efectivos en su aplicación como aditivos para la detoxificación de micotoxinas en los alimentos destinados a la producción porcina”, expresó la microbióloga y remarcó que, si bien los resultados fueron relevantes, dado que ambas estructuras adsorbieron cantidades significativas de aflatoxina B1 y zearalenona, en un futuro deberían realizarse ensayos in vivo para disminuir los efectos de las micotoxinas a nivel de campo, donde estas estructuras deberían agregarse al alimento contaminado con micotoxinas en forma de polvo.
“Es importante destacar que si bien existen estudios de adsorción utilizando paredes de levaduras, éste es el primer trabajo a nivel mundial donde se muestra la capacidad de adsorción de micotoxinas utilizando conidios muertos”, concluyó la investigadora.