Tecnología México , Baja California, Martes, 28 de abril de 2009 a las 16:36

Alimentos a base de vegetales podr铆an ser una tabla de salvaci贸n para la industria acu铆cola

Investigadores de Ensenada desarrollan harinas vegetales con probi贸ticos que reducen los costos y enfermedades generados por las harinas animales

CICESE/DICYT Investigadores de Ensenada (oeste de México) han desarrollado un nuevo tipo de harina vegetal con probióticos bacterianos que tiene el potencial de ser utilizada como alimento para peces y camarones, y que, de comercializarse, serían una alternativa para disminuir los altos costos de producción, prevenir la contaminación y las enfermedades relacionadas con el uso actual de harinas de origen animal en la industria de la acuicultura.

 

Actualmente, más de cincuenta países de todo el mundo desarrollan la actividad acuícola, una fuente generadora de alimento con gran potencial de expansión. En México, el cultivo de peces y camarones es una de las áreas considerada como una de las actividades de mayor importancia económica. Sin embargo, el cultivo de peces y camarón ha tenido que enfrentar desafíos para su desarrollo, debido a que el uso de insumos animales para alimentar a otros animales conlleva la transmisión de contaminantes, virus o bacterias patógenas. Es el caso de la harina de pescado que se utiliza para alimentar camarones y peces, que además de ser costosa, afecta las poblaciones de pelágicos menores y la ecología de la región donde se están sobreexplotando.

 

Con el objetivo de identificar y resolver el problema del sector agropecuario forestal y de pesca mediante la generación de información tecnológica y su transferencia al sector productivo, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) y la Fundación Produce firmaron un convenio de colaboración en 2005. En consecuencia, Jorge Olmos, investigador del departamento de Biotecnología Marina del CICESE, y su grupo de investigación, comenzó a trabajar la línea de investigación de alimentos funcionales que se caracterizan por contener microorganismos benéficos o metabolitos que tienen una funcionalidad extra. A base de fuentes principalmente vegetales que comúnmente no puede digerir un animal desarrollaron alimentos más económicos que los preparados a base de pescado o animales.

 

"Las fuentes vegetales son más económicas. Nosotros le agregamos a la harina vegetal microorganismos benéficos o no patógenos, generalmente reconocidos como seguros, y comúnmente conocidos como probióticos, que ayudan a aumentar la capacidad enzimática en los animales que van a comer el alimento, es decir, podrán digerir el alimento y asimilar las proteínas, carbohidratos y lípidos", señala Olmos.

 

Además de ser más económicas, las harinas vegetales siempre estarán disponibles, mientras que microorganismos benéficos agregados eliminan a los microorganismos patógenos.

 

"No tienes que usar antibióticos y eso elimina una serie de reacciones adversas y efectos secundarios hacia los consumidores, principalmente reacciones alérgicas, intoxicación, que se dan por antibióticos o antifúngicos que se utilizan comúnmente en la preparación de alimentos", explica Olmos.

 

Del laboratorio a la industria

 

Aunque el alimento funcional ya fue desarrollado —luego de una selección de microorganismos y formulación de dietas vegetales— y fue probado en camarones y peces con resultados satisfactorios, aun no tiene uso a nivel comercial. Es un área muy comercial que nadie está produciendo en Baja California ni en el mundo, además de CICESE-Produce. El plan de la fundación es continuar apoyando estos proyectos y con su desarrollo beneficiar a una gran cantidad de productores. Solo faltaría el apoyo de las autoridades estatales y federales para poder escalar la producción a nivel piloto.

 

Con la producción de alimentos funcionales ahora los camarones y peces pueden consumir proteína vegetal, carbohidratos y lípidos complejos que en principio no era posible según la nutrición, principalmente en la acuicultura.

 

"Tenemos beneficios mayores que los alimentos comerciales en cuestión de peso, tamaño y salud, en el mismo tiempo, con respecto a las dietas comerciales más utilizadas. Los animales [alimentados con harinas vegetales] son más grandes y saludables, con mayor peso, y el porcentaje de sobrevivientes es mayor que con las dietas comerciales, lo cual te permite producir alimentos con insumos vegetales que produces en tu entidad (soya, trigo, maíz) en lugar de harina de pescado", explica Olmos.

 

Con las harinas vegetales los productores ahorrarán entre un 30% y 40 % en costos, se liberan de los patógenos, el porcentaje de mortandad disminuirá a cero y lograrán un 30% más de peso en el producto.