Alimentación España , León, Mi茅rcoles, 20 de enero de 2010 a las 15:33

Analizan 51 lagunas de Castilla y Le贸n para establecer los criterios adecuados para su conservaci贸n

El trabajo de la Universidad de Le贸n fija la riqueza de hidr贸filos y la cobertura de especies vegetales como bases de la calidad del agua

Antonio Martín/DICYT El proceso de cambio global amenaza también a las aguas y charcas. Para prevenir el deterioro de estas masas de aguas interiores, el Parlamento Europeo y el Consejo redactó una directiva hace unos años. Se denomina Directiva Marco del Agua y fue aprobada en diciembre de 2000. El texto legal establece una serie de estados estas aguas superficiales continentales, en una escala que va de altas y buenas a pobres y malas. Un grupo de investigación de la Universidad de León ha analizado 51 lagunas de Castilla y León para definir una parte de esos criterios, los basados en la presencia de ciertos elementos biológicos, denominados macrófitos, vegetales que pueblan el fondo y superficie de las lagunas.

 

"En función de la calidad del agua, se desarrollan una serie de especies vegetales, tanto en la superficie como sumergidas. Si existe una mayor turbidez, la presencia de estas especies sumergidas se reduce y aumentan las que pueblan el exterior. Éste es un criterio para conocer la calidad de agua", explica a DiCYT Rosa del Pozo, responsable del trabajo científico. La Directiva Marco del Agua establece tres elementos para determinar el estado de estas aguas interiores: los elementos químicos, hidromorfológicos (como el estado de los sedimentos), y los biológicos. Dentro de éstos, se analiza la presencia de macrófitos (plantas acuáticas), macroinvertebrados (peces y anfibios) y el fitoplancton.

 

Para el análisis de los macrófitos no existe una armonización de criterios en el conjunto de la Unión Europea. Algunos estados miembros han desarrollado métodos de evaluación de lagunas basados en estas comunidades. Son Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Reino Unido. A diferencia de estas regiones, en España abunda la laguna mediterránea, con unas carácterísticas diferenciadas a las del norte: son más pequeñas, están más aisladas, tienen fuertes fluctuaciones en el nivel del agua. El trabajo de Del Pozo, que forma parte de su tesis doctoral, pretendía establecer un índice multimétrico, en el que se tuvieran en cuenta diferentes variables para determinar la calidad de las aguas.

 

Análisis de las lagunas

 

Las lagunas objetos de estudio procedieron de la cuenca del río Duero, a una altura de 700 y 1.230 metros. Casi todas están rodeadas de terrenos agrícolas y algunas estaban en medio de pinares o encinares. El tamaño varió entre 0'1 y 23 hectáreas y su profundidad, entre 23 y 183 centímetros. El muestreo se llevó a cabo en los meses de junio y julio de 2004, 2005 y 2006. Los macrófitos se midieron a través de transectos. "Establecíamos una línea recta en cada laguna y cada cinco metros realizábamos un muestreo a través de un cuadrado de 0'25 metros cuadrados. De estas muestras concluíamos la presencia de macrófitos que había en cada zona de la laguna", explica Del Pozo. Además de la recogida de muestras, los científicos realizaban una exploración visual de las especies vegetales acuáticas de la zona.

 

Con estos datos, los investigadores, pertenecientes al Departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental, establecieron una serie de variables relacionadas con la calidad de las aguas. El listado incluye la estructura física del hábitat, la estructura de la cama, el uso de los terrenos adyacentes (agrícola, ganadero) y la presencia de infraestructuras cerca, y la composición química del agua. En este último apartado midieron tanto el fósforo total (la carga excesiva de este nutriente se denomina eutrofización) como el nitrógeno total. También se encontraron la presencia de 37 especies hidrófitas, siendo la de mayor presencia Trichoides potamogeton (en el 47% de las lagunas).

 

El trabajo científico concluyó que existían dos métricas que permitían establecer el estado ecológico de estas masas de agua. "Son la riqueza de hidrófitos, como la cobertura que los mismos mismos realizan de la laguna", explica la investigadora. El resultado difiere de los análisis realizados en otros países miembro. El resto de países europeos donde se llevó a cabo este tipo de investigación se basaba en la presión de la eutrofización, esto es, el exceso de fósforo total, que puede llegar a ser perjudicial para la vida vegetal. Este índice de carácter multimétrico (riqueza de hidrófitos y cobertura total) es más adecuado, según se recoge en un trabajo publicado en Aquatic Botany este mes de enero, para lagunas mediterráneas. Junto a Del Pozo, participaron en la investigación las directoras de su tesis doctoral, Camino y Margarita Fernández Aláez. Del Pozo espera defender la tesis antes del final del primer semestre de 2010.