Alimentación España , León, Martes, 29 de marzo de 2011 a las 18:10

Analizan la formaci贸n de los veterinarios en la atenci贸n a serpientes

La Asociaci贸n de Veterinarios de Fauna Ex贸tica y Salvaje aborda en un curso el conocimiento de estos reptiles venenosos

AMR/DICYT El principal problema que observa Matteo Oliveri, encargado de la docencia sobre serpientes venenosas y toxicología de sus venenos en el curso de fauna exótica y salvaje que organiza la Asociación de Veterinarios de Fauna Exótica y Salvaje (Avafes) en León es, "la falta de especialistas". Él mismo es un caso particular: aún estudiante de la licenciatura de Veterinaria, enseña las características fundamentales de estos reptiles en el curso universitario. "La mayoría somos autodidactos". Oliveri considera que el veterinario debe tener una especialización en diferentes tipos de animales, "ya que por obligación legal, debemos evitar que se produzcan enfermedades humanas" con el contacto con cuidadores o propietarios. Existen unas 2.000 especies de serpientes venenosas.

 

Oliveri, estudiante italiano procedente de la Universidad de Teramo (en la región de Abruzos, centro de la península Itálica), mostró hoy en León las características de la anatomía de las serpientes y su aparato venerífero, la clasificación a partir de los dientes, la taxonomía, la toxicología (las serpientes pueden producir substancias hemotóxicas, neurotóxicas o miotóxicas, esto es, que afectan a la sangre, al sistema nervioso o a los músculos), su biología y el cuidado y manejo de diferentes especies. "La veterinaria tradicional ayuda poco en el cuidado de estos animales", explicó a DiCYT, "por lo que la mayoría que nos especializamos en serpientes somos autodidactas, tenemos que acudir a documentarnos en textos especializados en inglés al margen de la formación académica recibida". Oliveri, sin embargo, observa que "en España ya empieza a existir una cierta especialización a través de cursos que no he observado en mi universidad de procedencia". En la Facultad de León, por ejemplo, se realizan ciclos sobre anatomía de reptiles en los que se estudian las serpientes.

 

Como ocurre con otros animales, se observa una tendencia al alza en el uso como animales domésticos de serpientes, aunque en ocasiones los propietarios desconocen si alojan en sus terrarios a especies venenosas. Esta, "el interés como animal de uso doméstico" es una de las razones por las que Oliveri considera que debería existir una mayor especialización. La segunda es sanitaria: "Por obligación legal, los veterinarios debemos evitar que los animales produzcan enfermedades humanas". Por todo ello, el docente del curso de Avafes considera que "se trata de un problema de la Veterinaria europea, ya que no existe una especialización como ocurre por ejemplo en la Medicina". "No puede ser que una persona que pretenda orientarse a la clínica de pequeños animales tenga cursos sobre tecnología de los alimentos", ejemplificó, "es más necesaria una especialización".

 

Oliveri recuerda que "en Italia existe la prohibición de comercializar vipéridos y elápidos, familias de especies venenosas, mientras que España parece no existe una legislación clara al respecto en muchas comunidades autónomas". El especialista considera que "existe un riesgo personal para los veterinarios cuando se presentan casos de rehabilitar a diferentes serpientes y no saber cómo manejarlas".

 

El participante en el curso sobre fauna exótica y silvestre de Avafes recuerda que "en la mayoría de los casos" son personas "con suficientes conocimientos, como cuidadore y profesionales", los que manejan serpientes venenosas. "No es fácil comprar una cobra en una tienda", replica. En los domicilios, "no es fácil encontrar serpientes venenosas", aunque ha llegado a conocer algún caso de propietarios de serpientes cascabel.

 

Toxicología

 

En cuanto a su toxicología, Oliveri recuerda que existen "alrededor de 2.000 especies de serpientes venenosas en el mundo", aunque recuerda que las propias de Europa "no suelen ser muy dañinas". Un caso paradigmático es el de la serpiente cascabel, americana, que produce con su envenenamiento "un cuadro patológico fuerte y peligroso". En el caso de la víbora más presente de forma natural en la península Ibérica, Olivera indica que la más común, la víbora hocicuda, "no suele resultar peligrosa para un adulto, pero sí para las personas que tienen enfermedades crónicas, cardiacas o renales, están en edad avanzadas o en la infancia". También recuerda que se producen pocos casos de mordeduras en España.

 

En el caso del tratamiento de las mordeduras venenosas, Oliveri recuerda que Italia cuenta con únicamente un centro especializado, ubicado en Perusa (o Perugia en italiano) y que España los centros de crianza disponen de botiquines con antivenenos que, de forma general, se utilizan para diferentes mordeduras. "Es casi imposible desarrollar estos fármacos dirigidos a los venenos de cada especie", indica.