Anesvad fomenta el conocimiento de la lepra y la úlcera de buruli entre los estudiantes de Medicina
AVPR/DICYT Los responsables de comunicación dela ONGD Anesvad han acercado a los estudiantes de Medicina de la Universidad de Salamanca las secuelas que dejan dos enfermedades como son la lepra y la úlcera de buruli, olvidadas en el mundo desarrollado pero que aún perviven en los lugares más pobres de la tierra, como en los 28 países donde la ONG está presente. La conferencia según Igor Aguirre, miembro de Anesvad, trata de "completar la formación de los futuros doctores con una visión más social de estas enfermedades además de terminar con el fuerte estigma social que marca a quienes la sufren", ya que "la actitud de rechazo a estos enfermos aún pervive entre la clase política de muchos de los países afectados."
La conferencia, organizada por los profesores del Área de Microbiología de la Universidad de Salamanca, José Elías García, María José Fresnadillo, Ignacio Trujillano y Enrique García Sánchez, se completa con una exposición que permanecerá ubicada durante toda la semana en la entrada de la Facultad de Medicina y en la que se muestran imágenes del trabajo realizado por Anesvad en países como Camboya o Brasil.
La lepra es una enfermedad conocida desde el 1500 a.C. que, a pesar de tener cura desde 1876 aún afecta a siete millones de personas en el mundo, una cifra que se incrementa en unos 700.000 casos cada año. La peor parte de estas cifras se la llevan países como la India y Brasil, donde la enfermedad acarrea importantes consecuencias físicas, como amputaciones y pérdida de visión, y psíquicas, ya que está considerada una enfermedad maldita.
El contagio no es sencillo, ya que sólo se produce cuando existe un contacto continuado con el enfermo y malas condiciones higiénicas y alimentarias, pero el tratamiento de la enfermedad tampoco lo es. El tratamiento denominado MDT (Multy Drug Therapy) consigue eliminar del cuerpo del paciente el bacilo Mycobacterium Leprae causante de la enfermedad. El MDT es en realidad una poliquimioterapia difícil de resistir por los pacientes si no están bien alimentados.
La úlcera de buruli, una enfermedad sin cura
Por el contrario la úlcera de buruli es una enfermedad reciente, detectada en 1999, de la que no se conocen ni el modo en el que se transmite ni una cura posible. Hasta ahora el mejor tratamiento es la detección precoz, seguido de una pequeña intervención quirúrgica para extirpar el nódulo que forma en la piel el Mycobaterium ulcerans, responsable de esta patología. En estadíos más avanzados la úlcera de buruli corrompe los tejidos, provocando importantes infecciones en quienes la padecen, incluso llega a afectar el hueso causando malformaciones. Para la mayor parte de los afectados la amputación de los miembros es la única solución posible, con lo que, tal y como advierte la Organización Mundial de la Salud, la úlcera de buruli deja miles de lisiados cada año en los 32 países en los que se han detectado casos. De ahí la importancia de fomentar la detección precoz y de animar a los futuros médicos a investigar para combatirla.