Arman el primer inventario de parásitos de peces marinos patagónicos
Agencia CYTA-Fundación Leloir/DICYT Un equipo de científicos logró armar el primer mapa de diversidad y distribución de un tipo de parásitos que infesta a los peces marinos patagónicos.
Se trata de los “acantocéfalos”, un grupo de unas 1.300 especies de gusanos parásitos con trompa o probóscide armada con ganchos o espinas con la cual se fijan al intestino de sus hospedadores, que, además de peces, incluyen anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Aunque raramente infectan a los seres humanos, hay algunos acantocéfalos de los géneros Corynosoma y Bolbosoma que pueden generar dolor abdominal y otros síntomas digestivos si se consumen en pescado crudo o poco cocinado (ceviche o sushi).
“Los datos generados en nuestro trabajo, especialmente para las especies de interés pesquero, son relevantes para establecer medidas sanitarias de prevención y control”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir el primer autor del trabajo, Jesús Servando Hernández-Orts, investigador del Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos Almirante Storni (CIMAS), que depende del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), en San Antonio Oeste, provincia de Río Negro.
Tal como revela la revista 'The Journal of Parasitology', los investigadores lograron colectar casi 1.550 ejemplares de acantocéfalos pertenecientes a 5 especies en 18 especies de peces recogidos en varios puntos de la plataforma continental patagónica a una profundidad máxima de 110 metros entre los años 2006 y 2007.
Entre otros hallazgos, los investigadores registraron por primera vez la presencia del Aspersentis johni en el mar patagónico argentino y constataron que sus hospedadores definitivos son las nototenias, un grupo de peces principalmente antárticos capaces de resistir temperaturas cercanas a 0°C.
También lograron dilucidar, al menos parcialmente, el ciclo de vida de tres especies de Corynosoma. Una de ellas, Corynosoma australe apareció en casi todas las especies de peces examinadas, por lo que se calcula que los mismos funcionan como hospedadores “paraténicos” o de transporte que facilitan la transmisión de estos parásitos hasta sus hospedadores definitivos, que puede ser aves o mamíferos marinos.
Otras especies acantocéfalos del mismo género, en cambio, son mucho más “selectivas”: Corynosoma cetaceum se colectó solo en tres especies de peces. Esta especie de acantocéfalo se reproduce en el estómago del delfín común (Delphinus delphis) y nariz de botella (Tursiops truncatus) en Patagonia. Jesús Hernández-Orts y sus colegas también reportaron Corynosoma bullosum, únicamente en la castañeta (Nemadactylus bergi). Está especie de parásito se reproduce en mamíferos marinos adaptados para el buceo de profundidad como elefantes marinos del sur (Mirounga leonina) o cachalotes (Physeter macrocephalus).
“La diversidad de acantocéfalos en el Mar Argentino continúa siendo desconocida”, afirmó Jesús Hernández-Orts. Y agregó que los datos generados en este estudio pueden ser útiles “para proporcionar estrategias para el manejo de los recursos pesqueros”.
Del estudio también participaron investigadores del CENPAT, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, en Chubut; y de la Universidad de Valencia, en España.