Ciencias Sociales España , Valladolid, Jueves, 17 de junio de 2004 a las 12:10

Castilla y León participa en un proyecto nacional de introducción de nuevas tecnologías en las aulas

En septiembre comenzará la formación de los profesores y después se implantará el proyecto piloto en los 10 centros seleccionados

BGA/DICYT La Junta de Castilla y León ha firmado un convenio con la entidad Red.es para dotar a 10 centros escolares de la comunidad de todo lo necesario para ser centros piloto de la red educación.es, iniciativa que tiene como finalidad la implantación y uso generalizado de las nuevas tecnologías en las aulas para el proceso de enseñanza. En total, la experiencia afectará en Castilla y León a un total de 1.422 alumnos (1.184 del entorno rural y 238 de núcleos urbanos).

Se trata de una experiencia nueva que se llevará a cabo en 66 centros de todo el país, de los cuales 10 están en Castilla y León, y de cuya experiencia se extraerán datos para la implantación posterior en todos los centros educativos del país. 

Por provincias, Soria contará con dos experiencias en el Colegio Rural Agrupado La Ribera, en Langa de Duero y en el Pinares Altos de Vinuesa; el resto de provincias tienen cada un centro adscrito al proyecto: y el Instituto de Enseñanza Secundaria Valle del Tiétar en Arenas de San Pedro (Ávila); el Colegio Rural Agrupado de la Demanda en Huerta del Rey (Burgos); en León, en el centro de El Burgo Ranero; el colegio público Nuestra Señora de la Piedad en Herrera de Pisuerga, en Palencia; en la provincia de Salamanca el seleccionado es el Colegio Público Miróbriga, en Ciudad Rodrigo; el Instituto de Enseñanza Secundaria Cauca Romana, en la localidad segoviana de Coca; el colegio público León Felipe de Valladolid¡ y el Colegio Rural Agrupado Valle de Valverde en Burganes de Valverde (Zamora).

La entidad pública Red.es aporta 600.000 euros para este proyecto, y la Consejería de Educación haqce lo propio con 400.000 euros. La dotación económica habrá de servir para cubrir los costes de puesta en marcha y mantenimiento del proyecto, así como para la adquisición del material necesario.

Según indicaron durante la presentación el director general de Infraestructuras y Equipamiento, Álvaro Valentín Mateo; el director general de Formación Profesional e Innovación Educativa, Marino Arranz; y, la coordinadora de los centros piloto, Marta Martín, todos los centros participantes deberán estar dotados con conexión a Internet de banda ancha, contarán con un servidor propio y deberán haberse adscrito a alguna de las tres modalidades del proyecto.

Además, para el desarrollo de la experiencia dispondrán de la ayuda de una web de apoyo, así como también de personal técnico que estará disponible por una triple vía: telefónica, por control remoto de las terminales informáticas y con el desplazamiento al centro de técnicos en los casos que sea necesario.

El proyecto de apoyo se completa con un canal vía satélite, al estilo de una plataforma de televisión digital, desde el que los profesores podrán descargar en el servidor del centro diferentes contenidos educativos, unidades didácticas, vídeos de apoyo, etc.

En todos los casos habrá una labor de seguimiento, a posteriori, que permitirá conocer las pautas y fórmulas más exitosas del proyecto, para que luego puedan ser aplicadas en el resto de los centros educativos que decidan tomar parte en la experiencia.

Un sistema para cada edad

Se han establecido tres modos fundamentales de introducir las nuevas tecnologías en el aula, que han sido escogidos por los profesores en función de las necesidades que han detectado o considerado más oportunas para su alumnado.

El primero de estos modelos consiste en que el profesor es quien tiene el sistema informático y la conexión a Internet, y traslada los conocimientos al aula a través de un proyector y una pizarra interactiva.

El segundo de los modelos incluye, además de la dotación informática del profesor, un ordenador por cada cuatro o cinco alumnos, de modo que se fomente el trabajo en equipo y las explicaciones sean más interactivas. 

Por último se ha planteado una tercera opción en la que cada alumno dispondría de un ordenador portátil para determinadas tareas, y esos ordenadores se trasladarían en las aulas en función de las necesidades de cada grupo.