Castilla y León registra al año unos 400 casos sobre posibles reacciones adversas a fármacos
CGP/DICYT El Centro de Farmacovigilancia de Castilla y León recibe al año cerca de 400 notificaciones por parte de profesionales sanitarios y laboratorios sobre posibles reacciones adversas derivadas del uso de fármacos. Éste es uno de los aspectos que centrará la charla informativa que María Sainz Gil, farmacéutica y técnico del organismo de farmacovigilancia regional, impartirá hoy en Valladolid, cuyo objetivo último es promocionar las actividades de farmacovigilancia y el sistema de notificación espontánea de reacciones adversas puesto en marcha por el Gobierno regional.
La información que se tiene sobre la seguridad de los fármacos cuando salen al mercado es “incompleta”, por lo que se necesita” un seguimiento que permita conocer los problemas y reacciones que pueden aparecer cuando son utilizados por un gran número de pacientes, de características muy distintas y en general en unas condiciones de uso muy diferentes a las de los ensayos clínicos anteriores a su comercialización”, sostiene María Sainz Gil. Así, la farmacovigilancia busca el conocimiento de los riesgos que comporta el uso de los medicamentos en humanos con el fin de suprimirlos o minimizarlos.
En este sentido, la notificación espontánea es el método más utilizado en farmacovigilancia. Tal y como ha manifestado la experta, mediante este sistema los profesionales sanitarios comunican las sospechas de reacciones adversas a los medicamentos a los sistemas de famacovigilancia a traves de un formulario. Posteriormente, cada una de las notificaciones es validada y evaluada en el Centro de Farmacovigilancia y cargada en una base de datos nacional. En muchas ocasiones se trata de reacciones adversas ya conocidas de las que se realiza un seguimiento y sólo unas pocas llegan a considerarse una alerta. En este caso, es la autoridad sanitaria la que tiene que toma medidas, que van desde la simple información a los profesionales sanitarios y pacientes hasta la retirada del medicamento en los casos más graves.
Notificación obligada
Según fuentes del Colegio de Farmacéuticos de Valladolid, la información contenida en esta base de datos procedente de todas las notificaciones de sospechas de reacciones adversas a fármacos se utiliza para realizar estudios relacionados con la seguridad del medicamento.
Los profesionales sanitarios deben notificar todas las sospechas de reacciones adversas a los medicamentos que detecten en su ámbito de trabajo, siendo prioritarias las reacciones graves o inesperadas y las reacciones a medicamentos nuevos. En España están obligados a notificar estas situaciones médicos, farmacéuticos, odontólogos, enfermeros y demás profesionales sanitarios, además de los laboratorios titulares de autorización de comercialización de los medicamentos.