Salud México Puebla, Puebla, Martes, 09 de junio de 2009 a las 10:26

Científicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla estudian fármacos para controlar el Mal de Parkinson

Prueban en animales vivos, la fracción de una proteína que detendría el daño neuronal

MAS/BUAP/DICYT Investigadores del Laboratorio de Neurofarmacología de la Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) comprobaron in vivo el funcionamiento neuroprotector, en la enfermedad de Párkinson, de una sustancia conocida como la fracción pesada de la toxina tetánica, cuyo suministro contribuye a frenar el daño motor característico en este padecimiento.

 

El doctor Ilhuicamina Daniel Limón Pérez de León, quien dirige la investigación, dio a conocer que desde hace cuatro años su equipo científico trabaja en la experimentación de la cadena pesada de la toxina tetánica (HC), que ayuda a frenar el daño neuronal provocado por el Mal de Párkinson, en modelos animales vivos.

 

Refirió que el doctor José Aguilera Ávila, científico del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona, al hacer experimentos in vitro demostró que el fragmento de esta proteína revierte el daño de las neuronas dopaminérgicas, responsables del buen funcionamiento de la conducta motora de los individuos.

 

No obstante, subrayó, ha sido en el Laboratorio de Neurofarmacología de la Facultad de Ciencias Químicas donde comenzó a experimentarse con animales vivos íntegros. “Nosotros tenemos evidencia in vivo de que la fracción pesada tiene efectos protectores; para comprobarlo hemos utilizado modelos animales tradicionales para el estudio de sustancias alternativas para tratar la enfermedad de Párkinson”.

 

Limón abundó que la fracción pesada de la toxina tetánica es un fragmento de una proteína obtenida por Aguilera en su laboratorio, mediante un proceso de extracción y purificación. A su vez, el científico español la proporciona a los investigadores de la BUAP, como parte de la colaboración que existe entre ambas instituciones.

 

La fracción pesada de la toxina tetánica es similar a los factores de crecimiento que normalmente se encuentran en el cerebro, pero que decrecen con la presencia de enfermedades neurodegenerativas como el Párkinson.

 

Los factores de crecimiento son sustancias segregadas en el cerebro para favorecer la reproducción y diferenciación celular, además de originar mayores ramificaciones de las células. Al estudiar el fragmento de la toxina tetánica –expuso Limón- se encontró que ésta tiene una actividad similar a los factores de crecimiento porque activa los mismos receptores y entonces realiza acciones similares, hecho que fue descubierto por el doctor Aguilera Ávila.

 

El artículo en el que se da cuenta de que la fracción pesada de la toxina tetánica es neuroprotectora y capaz de frenar el daño neuronal en modelos animales será publicado en breve en la revista japonesa Neuroscience Research, cuyos editores remitieron la semana pasada el aviso de aceptación al grupo de investigadores, dirigidos por Daniel Limón Pérez de León.

 

Los modelos experimentales

 

Los experimentos animales utilizados por los investigadores para comprobar las capacidades de la fracción HC son: el modelo del cilindro y de la escalera, principalmente.

 

En el primero, abunda el científico, a las ratas que se les induce químicamente el Mal de Párkinson sólo usan una pata para sujetarse en el interior del cilindro; sin embargo, cuando se les suministra el segmento HC, los animales recuperan su movimiento y logran sostenerse con dos de sus patas.

 

En el modelo de la escalera, las ratas enfermas que reciben el HC muestran capacidad para sujetar con sus patas delanteras las pastillas colocadas en los escalones y llevarlas al hocico, movimientos que no pueden realizar los roedores sin el neuroprotector. “Estas son evidencias exitosas de que cuando se les protege con la fracción pesada de la toxina tetánica, los animales son capaces de recuperar sus funciones y mostrar mejorías motoras”, culminó.