Salud España , Salamanca, Lunes, 28 de septiembre de 2015 a las 19:19

Científicos de Salamanca y Canadá colaboran para avanzar contra los tumores cerebrales

El prestigioso neurocientífico Christian Naus, de la University of British Columbia, visita el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad de Salamanca

JPA/DICYT Investigadores del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad de Salamanca estudian desde hace tiempo los gliomas, los tumores cerebrales más frecuentes, y han llegado a desarrollar una molécula que podría frenar su proliferación, un péptido que ya han patentado. Hasta ahora, los científicos han realizado sus experimentos principalmente con cultivos celulares, pero la investigación puede dar un salto hacia adelante gracias a una colaboración con la University of British Columbia de Vancouver (Canadá). El grupo de investigación de Christian Naus, que ha visitado hoy Salamanca, dispone de un modelo animal con el que realizar experimentos.

 

Naus es uno de los mayores expertos en el estudio de la comunicación intercelular y sus consecuencias en el sistema nervioso y hoy ha ofrecido una conferencia en el INCYL para explicar parte de su trabajo. Sus investigaciones abarcan enfermedades muy diferentes, desde el alzhéimer a los infartos cerebrales, pero el denominador común en todas ellas es que no centra su atención en las neuronas, las principales células del sistema nervioso, sino en las células de la glía, que les sirven de soporte.

 

“Muchas enfermedades pueden tener su origen en las neuronas, pero un mal funcionamiento de las células gliales tiene consecuencias más graves y, viceversa, si las células de la glía pueden ofrecer un mejor papel de protección, las enfermedades se verán atenuadas”, explica en declaraciones a DiCYT Christian Naus.

 

Infartos cerebrales

 

Los principales resultados de su trabajo se están aplicando a los infartos cerebrales, asunto que ha tratado en un seminario de investigación. “Durante muchos años hemos estudiado los canales de comunicación entre las células gliales y hemos comprobado que participan en la protección de las neuronas cuando ocurre un infarto cerebral”, afirma. En colaboración con otros grupos de investigación y con compañías farmacéuticas, su equipo ha desarrollado péptidos capaces de regular estos canales de comunicación para proteger a las neuronas, algo que está probando en modelos animales modificados genéticamente.

 

“La mayor parte de los estudios sobre infartos cerebrales se centran en las neuronas, así que la particularidad de nuestro trabajo es estudiar los astrocitos [células de la glía] y creemos que una combinación de ambos enfoques es la mejor forma de aproximarse a las terapias y a la protección tras un infarto cerebral”, comenta. Naus confía en que estas investigaciones se apliquen muy pronto, porque trabaja con una farmacéutica que ya ha realizado ensayos clínicos con las mismas moléculas como tratamiento para isquemias cardiacas, de manera que se podrían ahorrar algunas fases iniciales en posibles ensayos clínicos.

 

Gliomas

 

En el caso de los gliomas o tumores cerebrales, la aproximación es muy similar. En lugar de atacar directamente las células tumorales con cirugía y quimioterapia, los científicos canadienses se han fijado en el papel que pueden tener otras células del entorno, como los astrocitos. “Las células tumorales se comunican con los astrocitos y los utilizan para migrar”, explica, extendiéndose así el cáncer. Por eso, su objetivo es controlar esta comunicación y evitar la migración de las células del glioma.

 

En este aspecto, el trabajo de Naus coincide con las investigaciones del grupo de Arantxa Tabernero en el INCYL, que ha patentado un péptido que podría ser eficaz para frenar estos tumores cerebrales, según los experimentos realizados con cultivos celulares. Los científicos de la University of British Columbia han desarrollado un modelo animal para estudiar los gliomas que replica la patología humana con gran fidelidad. “Es un buen modelo para ver si los resultados que hemos observado en nuestro laboratorio se pueden reproducir in vivo”, destaca la investigadora de la Universidad de Salamanca responsable del desarrollo de la molécula.

 

A largo plazo, si los resultados son satisfactorios, los investigadores pasarían a realizar ensayos con pacientes. La combinación de este posible nuevo tratamiento con la cirugía y la quimioterapia actuales podría tener un efecto muy positivo para combatir los tumores cerebrales más frecuentes.