Científicos vallisoletanos y cubanos introducen mejoras en la industria azucarera de Cuba
CGP/OEI-AECID/DICYT Científicos del Departamento de Sistemas y Automática de la Universidad de Valladolid y de la Universidad cubana de Oriente trabajan en un proyecto que busca introducir mejoras tecnológicas en la industria azucarera de Cuba, sector económico clave en el país que movió más de 250 millones de dólares el pasado año en exportaciones. El vallisoletano Alberto Herreros López y el cubano Modesto Angulo Aguilera son los responsables del proyecto, que bajo el título Control del Movimiento en la Industria Azucarera Cubana pretende automatizar y optimizar energéticamente el transporte de la caña hasta los molinos.
Según han explicado a DiCYT, este transporte constituye el primer paso del proceso y en la actualidad se realiza de forma manual y poco eficiente. Las cañas se transportan en esteras movidas por grandes motores de rotor bobinado, bastante “ineficientes” y con los que “se pierde mucha energía y calor”. “Estos motores están sobredimensionados, en los estudios que se han realizado se ha puesto de manifiesto que pueden trabajar con menos capacidad y ser más eficientes”, señala Modesto Angulo. Así, proponen sustituir estos motores de rotor bobinado (parte móvil del motor compuesta por cables de cobre conectados en un punto común) por otros “más eficientes de jaula de ardilla alimentados con convertidores de frecuencia”.
El rotor de estos motores está formado por dos “jaulas” de barras de cobre, una externa y otra interna, y la corriente alterna se regula variadores de frecuencia, un sistema para el control de la frecuencia del voltaje aplicado al motor, logrando modificar su velocidad. Se trata de una tecnología “más novedosa” que supondría un “ahorro energético” en el proceso productivo, teniendo en cuenta que el transporte de las cañas a los molinos es la fase industrial que consume mayor energía.
Otro problema, apunta Modesto Angulo, es que prácticamente no está automatizada esa parte del proceso y donde lo está no se trabaja eficientemente. “Son varias las esteras y hay que coordinar el trabajo”, asegura, mientras que Alberto Herreros añade que “no se tiene en cuenta el tipo de caña que viene, todo es manual, se trata de hacer el proceso automático y con ello optimizar el coste”.
Aumentar la capacitación
La colaboración con los científicos cubanos que participan en el proyecto (son cuatro, tres de los cuáles son doctores y uno prepara su tesis) surgió en el marco del Centro de Automatización Robótica y Tecnologías de la Información y la Fabricación (Cartif) de Valladolid, donde colaboran muchos de los profesores del departamento de Sistemas y Automática. En Cartif trabaja un profesor cubano que les puso en contacto con estos científicos de la Universidad de Oriente. El objetivo, además de aumentar la eficiencia de los procesos industriales, es “mejorar la capacitación del personal que trabaja en el azúcar”.
Así, algunos profesores españoles ya se han trasladado hasta Cuba para formar en nuevas tecnologías a estos trabajadores, y otros docentes cubanos han acudido a la Universidad de Valladolid en el marco de este proyecto con el que se pretende favorecer la movilidad. Según señala Modesto Angulo, el objetivo ahora es “lograr una unión de trabajo entre el Ministerio del Azúcar de Cuba y la industria “para que puedan comprar esos equipos que se les va a sugerir”, mientras que la Universidad de Valladolid juega ahora “un papel importante en mejorar la capacitación en cursos que se están impartiendo”.
El modelado matemático, base de una tesis
Por otro lado, Alberto Herreros destaca que, desde el punto de vista académico, este proyecto es la base de la tesis doctoral que está elaborando uno de los miembros de la Universidad cubana de Oriente, Ariel Domínguez Cardoso. “También hay cuestiones científicas, primero hay que hacer un modelado matemático de todo el sistema y todos los pasos para luego implementar un sistema automático que sea eficaz. La tesis del profesor cubano es el modelado matemático de todas las estelas y todos los motores con vistas después a poder automatizarlo”, avanza.
La parte de la tesis “está muy avanzada”, apunta el profesor vallisoletano, y se espera que en septiembre Ariel Domínguez viaje hasta Valladolid para hacer parte de las pruebas en el laboratorio. “Ya hay algunas publicaciones al respecto y queda validar el modelo en la práctica, llevarlo a una plataforma experimental y después ya introducirlo en la industria”. Las mediciones para elaborar este modelo se han realizado en varias centrales de las provincias de Holguín y Santiago, entre otras, y se prevé el montaje de los nuevos equipos “en la próxima cosecha”, avanza Modesto Angulo.
Industria azucarera en Cuba | |
Durante 2008, la industria azucarera cubana produjo más de 1'4 millones de toneladas de producto, lo que supuso unas exportaciones cercanas a los 250 millones de dólares, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Tal y como apunta el profesor cubano, existe en la actualidad un “despertar” de este sector económico, tras una etapa de depresión originada por los bajos precios con que se pagaba una libra de azúcar. En ese momento, se cerraron muchas centrales y se dejaron tan sólo “las más eficientes”, que ahora se intentan mejorar tecnológicamente. Se estima que el 50 por ciento de la superficie cultivada de la isla se destina a la caña de azúcar. |