Alimentación Colombia , Valle del Cauca, Miércoles, 16 de mayo de 2012 a las 14:56

Comprueban que la rana ‘Ranitomeya bombetes’ se ha adaptado a condiciones extremas

Esta especie, símbolo del Valle del Cauca, está categorizada como vulnerable en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza

UN-PALMIRA/DICYT Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UN) en Palmira identificaron que esta especie de rana, símbolo del Valle del Cauca, ha logrado sobrevivir en entornos modificados por el hombre y se ha adaptado a condiciones extremas. Del género Ranitomeya, a la cual pertenecen las ranas dardo venenosas categorizadas en la familia Dendrobatidae, han sido descritas 28 especies a lo largo y ancho de Suramérica, que están distribuidas específicamente en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y la Guayana Francesa.


La Ranitomeya bombetes, en particular, es una especie categorizada como vulnerable (VU) en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y ha sido símbolo de los ecosistemas boscosos del suroccidente colombiano.


Según el profesor Carlos Alberto Jaramillo, director de la Reserva Nacional Forestal Bosque de Yotoco (RNBY), “este dendrobatido habita parches de bosque primario o secundario conservado, agroecosistemas complementados con hojarasca y bromelias epifitas de grandes dimensiones y alta capacidad de almacenamiento de agua”.


Con el propósito de conocer mejor esta especie, que se distribuye sobre la vertiente occidental de la cordillera central en los departamentos de Quindío y Risaralda, así como en las dos vertientes de la cordillera occidental sobre el Valle del Cauca, el grupo de investigación de la RNBY estudió su hábitat y sus poblaciones.


“Determinamos el uso de microhábitas durante el día por parte de la especie, así como la abundancia poblacional en dos tipos de hábitats: un bosque altamente intervenido y otro con poca intervención humana, lo que nos arrojaría resultados sobre el uso de su entorno”, afirma Elizabeth Mora, investigadora de la RNBY.
Para observar la rana, los investigadores recorrieron la reserva por senderos denominados transeptos, cada uno de una longitud de 100 metros, establecieron parcelas de hojarasca de 4 × 4 metros y emplearon la técnica de búsqueda libre con registro de encuentros visuales (VES).


En total, los científicos hicieron veinte observaciones de la especie: diez de machos y diez de hembras, sin encontrar ningún individuo joven.


“Estos resultados son bastante interesantes y muestran que los machos y hembras usan los sustratos disponibles; que se ocultan entre la hojarasca, bajo troncos y ramas en el suelo y raíces fúlcreas; y que los machos están en bromelias, donde cuidan a sus crías”, afirma el profesor Jaramillo.


El estudio indica, según los científicos, que esta especie se encuentra más en los ecosistemas intervenidos y bordes de bosques donde hay mayor disponibilidad de bromelias a bajas alturas y mayor proliferación de presas para su consumo.


Elizabeth Mora lo explica: “esto quiere decir que las ranitas se han adaptado a las condiciones de ecosistemas intervenidos, en especial las encontradas en la reserva, que es un bosque reforestado; lo que nos da tranquilidad como conservadores de anfibios”.


La Reserva de Yotoco es propiedad de la UN de Colombia y, en sus 559 hectáreas, alberga a 19 especies de anfibios, grandes poblaciones de primates y aves (entre ellas una de las últimas poblaciones de pava caucana) y el más importante recurso florístico de la zona.