Cristina Garmendia defiende el papel “crucial” de la ciencia en la lucha contra la pobreza y para la recuperación económica
LHM/DICYT La ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, inauguró este jueves en el Centro de Congresos del Real Sitio de San Ildefonso (Segovia) la Conferencia Internacional Ciencia contra la Pobreza, un evento enmarcado dentro de la Presidencia Española de la UE, en la que por primera vez en la Unión pone en relieve el papel de la investigación y de la innovación para luchar contra la pobreza, y cuyas conclusiones serán presentadas en el Consejo de ministros europeos de Competitividad el próximo mes de mayo en Bruselas.
“El conocimiento representa una barrera invisible que separa los países favorecidos y desfavorecidos”, explicó Garmendia, que destacó la importancia de coordinar las políticas relacionadas con la ciencia y con la cooperación al desarrollo con el fin de “devolver a la sociedad, transformados en beneficios, los recursos que ésta deposita en el sistema de ciencia”, añadió Garmendia, quien subrayó la “responsabilidad social” de la ciencia europea de reforzar los sistemas científicos de los países menos desarrollados, de modo que estos afiancen sus propias capacidades de investigación y de innovación.
“Más del 90 por ciento de las patentes registradas provienen de los países desarrollados” agregó la ministra, que indicó la necesidad de devolver a los países menos desarrollados los avances que sus investigadores realizan en los países desarrollados.
La titular del Ministerio de Ciencia añadió que en este nuevo espacio compartido entre la ciencia y la cooperación para el desarrollo también juegan un papel clave las políticas nacionales. En este sentido, Garmendia afirmó que el compromiso del Gobierno de España es inequívoco, y prueba de ello es que la nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, que “a finales de mayo o principios de junio llegará al Parlamento” para su aprobación, incorpora la cooperación al desarrollo en materia de I+D+i como uno de sus objetivos.
En esta línea, Garmendia ha anunciado también que en este año, el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Ministerio de Asunto Exteriores y Cooperación, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), identificarán iniciativas y proyectos piloto que contribuyan a la lucha contra la pobreza y la exclusión social a través de la ciencia, la tecnología y la innovación y que tendrán un reflejo futuro en el Plan Nacional de I+D+i.
Junto a Garmendia, también han participado en la sesión de apertura de Ciencia contra la Pobreza, a través de un debate, el presidente del Grupo de Reflexión sobre el Futuro de la Unión Europea, Felipe González; el escritor y divulgador científico Eduardo Punset, y el director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB), Pedro Alonso.
El presidente del Grupo de Reflexión europeo, destacó que la UE es el primer cooperante al desarrollo, si bien en materia tecnológica “Europa lleva veinte años distraída”. Garmendia recordó las palabras del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien se muestra convencido de que somos la primera generación que posee los recursos, el conocimiento y la capacidad para eliminar la pobreza. Esta argumentación ha sido defendida también por González y Punset, pero no por Alonso que valoró la ausencia de financiación suficiente en materia científica de los diferentes países para lograr este fin.
Conclusiones
La Conferencia Internacional Ciencia contra la Pobreza reúne durante dos días a alrededor de 300 expertos internacionales de universidades, organismos de investigación, ONG, administraciones y empresas procedentes de 46 países, que alumbrarán recomendaciones sobre cómo deberían diseñarse y adaptarse las políticas de I+D+i europeas y nacionales para reflejar un compromiso responsable de los programas de ciencia en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Las conclusiones de la Conferencia serán presentadas al Consejo de ministros europeos de Competitividad del próximo mayo en Bruselas, en el que previsiblemente se adoptará una posición común sobre la dimensión social y de lucha contra la pobreza del Espacio Europeo de Investigación (ERA, en sus siglas en inglés).