Alimentación España , Valladolid, Jueves, 07 de junio de 2012 a las 15:21

Descubren una elevada riqueza biológica en la cuenca fronteriza del río Águeda

Investigadores de la UEMC, el Irnasa y el Instituto Politécnico de Castelo Branco dan a conocer en Valladolid los resultados preliminares del Proyecto Águeda

Cristina G. Pedraz/DICYT Los investigadores del Proyecto Águeda, pertenecientes a la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid, al Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología (Irnasa) de Salamanca y al Instituto Politécnico de Castelo Branco (IPCB) de Portugal, han presentado hoy en Valladolid los resultados preliminares del trabajo, iniciado en enero de este año con el fin de realizar un diagnóstico ambiental y una evaluación de impactos y riesgos en la cuenca de este río fronterizo. Como ha destacado en declaraciones recogidas por DiCYT la directora del proyecto, Isabel Montequi, se ha descubierto una “elevada riqueza biológica en la zona, de las más importantes de Castilla y León, con una diversidad de insectos que no se conocía sobre todo en la parte de la comunidad, y que están protegidos por la legislación”.

 

Asimismo, se ha constatado “una buena calidad del agua en los tramos estudiados” y se ha “actualizado y homologado” la zona fronteriza a nivel cartográfico. En este sentido, el docente e investigador de la UEMC Francisco Campos Sánchez-Bordona ha señalado que se trata de una zona “poco estudiada en las últimas décadas” en la que están hallando, entre otras cosas, “gran diversidad de insectos que no estaban citados en la bibliografía”. “Lo que hemos encontrado hasta el momento es suficiente para catalogar la zona de importancia internacional”, ha subrayado el experto.

 

El proyecto, titulado Caracterización ambiental y análisis de riesgos en cuencas transfronterizas: proyecto piloto en el río Águeda, se inició hace seis meses y concluirá en junio de 2013. La iniciativa cuenta con un presupuesto de 512.000 euros financiados en un 65 por ciento con fondos Feder.

 

El fin último es diseñar un modelo ambiental de impactos y riesgos ambientales extrapolable a cuencas transfronterizas a partir de datos de identificación morfológica, evolución temporal (hasta 50 años) de usos del suelo y de la caracterización biótica y fisicoquímica de la cuenca del Águeda. “Queremos crear y validar un modelo que sirva para otras zonas y ampliarlo a otras cuencas transfronterizas”, incide Sánchez-Bordona.

 

Para ello, los investigadores de la UEMC y del Irnasa están tomando muestras del agua, el suelo y la flora y realizando diversos análisis. Con esos datos, el Instituto Politécnico de Castelo Branco desarrollará los modelos geoestadísticos de comportamiento y elaborará la metodología analítica extrapolable a otros entornos fronterizos.

 

Labor divulgadora

 

A la presentación del proyecto ha acudido también el rector de la UEMC, Martín José Fernández Antolín; y el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, quien ha incidido que el proyecto “pretende poner en valor nuestro territorio, en concreto el río Águeda como elemento de análisis y de unión de los dos países”. “También se busca conocer de qué manera se puede mejorar la gestión del territorio”, ha apuntado el delegado del Gobierno, quien ha hecho hincapié en otros objetivos como “identificar los cambios de usos en el territorio, ver su evolución desde 1959 hasta la actualidad y sus efectos sobre el paisaje y además algo importante como es divulgar este trabajo, que no quede únicamente en las aulas de la universidad y que los ciudadanos puedan conocer el rico patrimonio natural que tenemos”.

 

La cuenca hidrográfica del río Águeda se extiende a través de más de 2.600 kilómetros cuadrados por las provincias españolas de Salamanca y Cáceres y por el distrito portugués de Guarda. La cuenca abarca 79 entidades locales (entre términos municipales y freguesías) con una población superior a los 42.700 habitantes, de los cuales un 16 por ciento pertenece a Portugal (unas 6.700 personas). El Águeda es afluente del Duero por su margen izquierda y hace de frontera natural entre España y Portugal desde la desembocadura del Turones hasta Barca d’Alva.

 

Se trata de una red hidrográfica muy prolija, que presenta multitud de pequeños azudes destinados originariamente a abastecer a la gran cantidad de molinos existentes en la zona (hoy casi todos en desuso), pero que en la actualidad son destinados sobre todo a usos agropecuarios y de ocio como piscinas fluviales. Además en la cuenca existe una gran cantidad de masas de agua superficial (lagunas, charcas, etc) la mayor parte de ellas de origen antrópico y destinadas a satisfacer las necesidades de la ganadería.