Detectan un descenso de aves palustres en la laguna de La Nava, en Palencia
CGP/DICYT La Asociación de Naturalistas Palentinos (ANPA), en colaboración con otras entidades, ha detectado un moderado descenso en las poblaciones de varias especies que viven en las formaciones palustres de la laguna de La Nava. El estudio se ha realizado en el marco del programa EMAN (Estaciones de Monitorización de Aves Nidificantes), puesto en marcha por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
La comparación de los datos de 2015 con los años antecedentes indican un significativo descenso en el número de capturas de un 28 por ciento con respecto al año de referencia (2013), aunque pese a ello, estos datos han supuesto una mejora del 29 por ciento con respecto a los obtenidos en 2014, cuando la población de aves comunes de La Nava sufrió un descenso muy acusado.
Estos malos resultados se deben sobre todo al descenso en el número de capturas del carricero común (menos 13 por ciento respecto al año 2013), la especie reproductora más abundante en los carrizales de La Nava. Otras especies hace unos años comunes durante el periodo reproductor, como es el caso del gorrión molinero, han sufrido un declive todavía más acusado.
Los datos de este estudio se incorporarán a la red europea de Estaciones de Esfuerzo Constante. Pero además, en el ámbito local, resultan de gran importancia para conocer cuál es la dinámica de las poblaciones de nuestras aves comunes, en este caso los paseriformes palustres. Estos programas de anillamiento pueden ayudar a entender o localizar los problemas de conservación que afectan a biotopos como La Nava, problemática que puede encontrarse en la gestión del espacio natural (algo que no parece estar sucediendo en este caso) o, en otras ocasiones, en las zonas de migración o invernada.
Según informa ANPA a DiCYT, un declive similar al de La Nava en las poblaciones de pequeñas aves tuvo lugar también en Holanda, donde un reciente estudio publicado en la revista Nature puso de manifiesto como el empleo de neonicotinoides, supone en un primer término la muerte o una importante disminución de las poblaciones de invertebrados acuáticos. Pero el problema no acaba aquí y continúa ascendiendo en la cadena trófica, estos invertebrados son el alimento de muchas especies aves, las cuales también han sido monitorizadas. El resultado final ha sido que niveles de contaminación del agua de tan solo 20 nanogramos/litro de neonicotinoides supusieron un descenso del 30% en diez años en las poblaciones de trece especies de aves que fueron monitorizadas, entre ellas el carricero común.
Biocidas como los neonicotinoides han sido empleados de forma masiva en toda Europa como plaguicidas, y aunque su uso está actualmente prohibido por la Unión Europea, todavía se emplean centenares de compuestos químicos en las labores agrícolas y forestales cuyo impacto sobre la fauna y sobre la salud de las personas todavía no ha sido estudiado con el suficiente detalle y que pueden estar siendo responsables del declive de muchas de nuestras especies de aves.
Metodología de trabajo
La metodología de trabajo del programa EMAN se basa en el establecimiento de Estaciones de Esfuerzo Constante, que son aquellas que operan periódicamente y de manera estandarizada con el fin de monitorizar sistemáticamente las poblaciones de aves.
Esta actividad de anillamiento se centra en los meses de primavera y verano. De esta forma se obtiene una valiosa información sobre parámetros como las tendencias poblacionales de las aves reproductoras, el éxito reproductor o la tasa de retorno, en el caso de las especies que además son migratorias. En resumen, los resultados aportados por las Estaciones de Esfuerzo Constante constituyen un índice, un termómetro que nos indica cual es el estado de conservación de las poblaciones estudiadas.
La Estación Biológica de La Nava, grupo de anillamiento de la Asociación de Naturalistas Palentinos, participa en este programa manteniendo operativa una estación de anillamiento en la laguna de La Nava (Fuentes de Nava, Palencia), un humedal perteneciente a la Red Natura 2000 y a la Red de Espacios Naturales de Castilla y León.
La metodología de trabajo del programa puesto en marcha en La Nava supone la colocación de cinco redes invisibles, que suman en su conjunto un total de 60 metros y una superficie de 150 metros cuadrados. Durante el año 2015 se han llevado a cabo las siete jornadas previstas en el programa, manteniendo operativas las redes seis horas por jornada, comenzando siempre al amanecer.
Los resultados del año 2015 han permitido la captura de 225 aves, de las que 179 han sido aves capturadas por primera vez, y 46 aves que ya habían sido anilladas previamente. El número de especies detectadas ha sido de 21, siendo el carricero común la especie más anillada (117 ejemplares), seguida por el ruiseñor bastardo (31 ejemplares) y carricero tordal (18 ejemplares).