Alimentación Colombia , Antioquia, Jueves, 13 de febrero de 2014 a las 17:09

Determinarán la toxicidad de aguas del río Medellín contaminadas con colorantes

El grupo encargado del tema en la Universidad Nacional de Colombia está conformado por expertos de la Facultad de Minas de la Sede Medellín

UN/DICYT Debido a los continuos vertimientos de colorantes en este río, investigadores de varias universidades iniciaron un estudio que permitirá a las autoridades ambientales del Área Metropolitana establecer su grado de toxicidad.

 

El grupo encargado del tema en la Universidad Nacional de Colombia está conformado por expertos de la Facultad de Minas de la Sede Medellín, quienes buscan generar una línea base para definir qué colorantes se generan en la ciudad y cómo afectan al río.

 

La idea es “definir toxicológicamente qué efectos adversos puede tener la contaminación con colorantes sobre los ecosistemas y la salud humana, mediante pruebas de toxicidad avaladas por la comunidad científica internacional”, explicó el ingeniero químico y magíster en Medioambiente y Desarrollo, Édison Alexánder Agudelo, quien además es coordinador adjunto del componente de toxicidad del proyecto.

 

Frente a este problema ambiental, son muchas las referencias documentadas sobre efectos en la salud humana, como el cáncer y los desórdenes teratogénicos (cualquier sustancia, organismo, agente físico o estado de deficiencia que, estando presente durante la gestación, puede causar un defecto congénito), relacionados con el contacto con algunos tipos de pigmentos básicos en la producción de pinturas.

 

Justamente, muchos de esos pigmentos tienen compuestos denominados PCB, catalogados por el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como los 12 más tóxicos generados por los humanos.

 

Por medio de esta investigación los expertos pretenden, además de identificar técnicas de tratamiento, “ofrecer a los empresarios alternativas para que no contaminen o para que contaminen menos. Se espera desarrollar esta técnica a escala piloto para demostrar de qué modo se pueden usar, de tal manera que no contaminen”.

 

Según indicó Agudelo, “está demostrado que cuando las empresas apuestan a la gestión ambiental ganan dinero. Por ejemplo, en Estados Unidos ya tienen eso tan interiorizado que no tienen que exigirles, pues con la misma cantidad de materia prima consumen menos energía”.

 

En cuanto a los avances del estudio, que inició en julio pasado y se extenderá hasta septiembre de 2014, ya se han identificado alrededor de 10 empresas como las que generan mayor impacto sobre el río por la cantidad de agua que usan y por el vertimiento de colorantes.

 

Entre ellas, sobresalen algunas dedicadas a la producción de alimentos, textiles, curtiembres y tintas de impresoras, indicó Santiago Cardona Gallo, otro de los líderes de la investigación.

 

Los resultados de este estudio podrían ser utilizados por la autoridad ambiental del Valle de Aburrá para estimar el valor de las sanciones por vertimientos.

 

Esto está ligado a una propuesta de implementar fotomultas ambientales, que “actuarían como agente disuasor para las empresas contaminantes, pues a través de ellas la autoridad ambiental podría identificar a los responsables de los vertimientos al río Medellín y tomar las medidas sancionatorias pertinentes”, manifestó el profesor Cardona Gallo.

 

Con respecto a la discusión sobre el grado de afectación de los residuos que son arrojados al río, los expertos concluyen que aunque un colorante no sea tóxico, sí interfiere con los ciclos del agua. “Por ejemplo, si es oscuro, afecta la penetración de la luz y la fotosíntesis de origen acuático”.

 

Este proyecto se desarrolla con la participación de la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Católica del Norte y la Universidad de Medellín, cada una de las cuales se encarga de diferentes aspectos.