Social Sciences Spain Burgos, Burgos, Thursday, October 09 of 2008, 17:42

Dinocyl será la encargada de investigar la flora del Jurásico y Cretácico en la Sierra de la Demanda

El proyecto se desarrollará hasta 2010

MOP/DICYT La Junta de Castilla y León ha autorizado a la empresa salense DINOCYL S.C. a realizar los trabajos paleontológicos de un Proyecto de investigación y difusión sobre la flora existente en el Jurásico y Cretácico del sureste de la provincia de Burgos. El proyecto se realizará durante los años 2008, 2009 y 2010, y abarcará los municipios de Villaespasa, Hortezuelos en Santo Domingo de Silos, Rabanera del Pinar y Regumiel de la Sierra. Al mismo tiempo, se investigará en Ledanías, Salas de los Infantes, Castrillo de la Reina, Hacinas y Monasterio de la Sierra.

 

Los objetivos concretos del proyecto son la localización de nuevos yacimientos, el estudio de los yacimientos (estratigrafía, sedimentología, tafonomía, interpretaciones paleoambiental y paleoclimática), la descripción de ejemplares e identificación taxonómica, realizar estudios de polen para su comparación con los registros de macroflora, con el fin de poder tener un registro lo más completo posible de las asociaciones florísticas presentes en el área, tanto a nivel general como restringido a cada uno de los ambientes de depósito presentes, la comparación de los registros de los diferentes grupos de plantas con otros contemporáneos de Europa Occidental, norte de África y Norteamérica, la relación de las angiospermas primitivas y del resto de grupos vegetales con las faunas presentes, y posibles interacciones entre ambas y el estudio de la posible correlación entre la dispersión de las floras y la dispersión de las faunas de dinosaurios a ambos lados del océano Atlántico (implicaciones paleogeográficas y paleoecológicas).

 

Además de los yacimientos de dinosaurios ya catalogados en la Sierra de la Demanda, existen otros contemporáneos con restos fósiles de flora y fauna que permiten reconstruir los ecosistemas de esa época. Especial importancia tienen los fósiles de plantas: troncos, tallos, hojas, cutículas, estructuras reproductivas (piñas, semillas, polen) e incluso de exudados como el ámbar. El número de estos yacimientos en la Sierra de la Demanda es de 30, casi todos ellos del Cretácico inicial (144-110 millones de años atrás) y algunos escasos del final del Jurásico (150-144 millones de años atrás).

 

Hasta ahora los grupos vegetales identificados corresponden a Coníferas, Filicales (helechos herbáceos y otros de apariencia arbórea), y Benettitales (parecidos a palmeras enanas). A este respecto es importante señalar que los fósiles de troncos de coníferas son los más conocidos para el público y, de hecho, se exponen ejemplares en calles de varios municipios de la comarca. Sin embargo la riqueza paleobotánica de la comarca serrana es mucho mayor, como muestran las investigaciones anteriores publicadas por el Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense, C.A.S. y la colección de fósiles vegetales que alberga el Museo de Dinosaurios salense. En realidad no existen estudios que aborden el conjunto paleobotánico del Cretácico Inferior de esta parte de la Península Ibérica, como el que se plantea en este proyecto. 

 

La flora del Mesozoico
En el Mesozoico o Era Secundaria, se dieron cambios profundos en la vegetación del planeta, que se relacionan con las variaciones en la fauna de vertebrados herbívoros (como Dinosaurios) y con cambios climáticos a gran escala, con aumentos y disminuciones de temperatura y humedad. Las variaciones tuvieron un efecto intenso en las regiones limítrofes entre zonas de clima tropical y cálido templado, que eran lugares habitados por dinosaurios. A finales del Jurásico (150-144 millones de años atrás) aumentó mucho la temperatura global, con inviernos cálidos y húmedos y veranos muy calurosos y secos. En la Península Ibérica, al terminar el Jurásico aumentó la humedad atmosférica con lo que los helechos y las coníferas se expandieron, y retrocedieron otras plantas adaptadas a condiciones de más sequedad: benettitales y cycadales. Con el Cretácico (hace 144 millones de años) la humedad creciente favorece que los helechos sigan su expansión y que se diversifiquen en un mayor número de especies. Las Benettitales formarían matorrales en lugares abiertos, más secos; mientras que los bosques de coníferas eran abundantes. Es en este periodo cuando se produce un hecho crucial en la flora del planeta: la aparición de las angiospermas o plantas con flores. Su expansión a lo largo del Cretácico favoreció la aparición de insectos polinizadores, y las comunidades de dinosaurios herbívoros se vieron afectados por estas plantas con las que probablemente tuvieron una forma mutua de evolucionar.