Salud España Salamanca, Salamanca, Jueves, 26 de abril de 2007 a las 18:51

El Centro del Cáncer analiza cómo detectar a través de la sangre posibles recaídas de pacientes con tumores

Félix Bonilla, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, difunde sus conocimientos en Salamanca

JPA/DICYT El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca ha analizado hoy cómo detectar posibles recaídas de pacientes con tumores a través de muestras de sangre en las que los científicos estudian la presencia de ácidos nucleicos tumorales. Félix Bonilla, oncólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, que realiza esta investigación con cáncer de mama, ha explicado que al comparar el ADN del tumor y el de la sangre es posible establecer el riesgo de metástasis, es decir, de reproducción del cáncer en otra zona del cuerpo.

 

"Trabajamos siempre con pacientes para intentar obtener datos que nos permitan predecir su evolución", ha declarado a DICYT Félix Bonilla. "Tenemos la posibilidad de encontrar en la sangre periférica (la que circula por todo el cuerpo) restos del tumor, trabajar con ellos, obtener una información y tratar de buscarle una aplicación", añade. Para lograrlo, analizan los ácidos nucleicos, moléculas de ADN o de ARN, de la sangre normal. "Determinamos una serie de marcadores en esos ácidos nucleicos que extraemos de la sangre con las mismas características que el ADN de la zona tumoral y así deducimos que hay restos de dicho tumor. Con ese material tenemos datos que utilizamos para predecir que las enfermas que tienen restos en la sangre van peor y tienen menor supervivencia", concluye.

 

Aplicación a tratamientos

 

Con estos análisis de sangre, se determina el subgrupo de pacientes que tiene más posibilidades de metástasis. "El problema es que habitualmente no tenemos la opción de ofrecerle un tratamiento más óptimo que a un subgrupo con menos riesgos. Nosotros, como médicos, tenemos a los enfermos constantemente en las consultas y con su permiso tomamos una pequeña muestra de sangre, un método no invasivo más adecuado que ir al tumor primitivo o hacer biopsias", señala el oncólogo. La difucultad es encontrar un tratamiento adecuado que dé respuesta a esos grupos seleccionados con alteraciones moleculares, porque "puedes identificar a un tipo de pacientes que previsiblemente pueden ir peor, pero a la hora de escoger los tratamientos disponibles es muy probable que no haya uno más adecuado para ese grupo seleccionado", señala.

Bonilla dirige el equipo que se encarga de esta investigación en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, donde se integran biólogos que se encargan de la parte molecular y médicos clínicos que se ocupan del trabajo con los enfermos. "Por una parte, trabajamos con las herramientas de la Biología Molecular aplicadas a un grupo y, por otra parte, nos encargamos de los tratamientos", afirma, para destacar la colaboración entre los científicos encargados de la investigación básica y la aplicada.