Alimentación España , Salamanca, Martes, 29 de julio de 2008 a las 19:18

El Ciale trabaja en la producción de celulosa de gran pureza a través de la inoculación de una bacteria

El instituto de investigación estudiará también usar el mismo microorganismo para introducir genes que hagan más resistentes y productivas determinados cultivos

JPA/DICYT El Ministerio de Ciencia e Innovación acaba de financiar una nueva línea de investigación del Centro Hispanoluso de Investigaciones Agrarias (Ciale) de la Universidad de Salamanca para buscar aplicaciones a la inoculación de una bacteria en ciertas plantas de interés agronómico. En concreto, el científico Pedro Mateos trabaja con la hipótesis de que a través de la bacteria Rhizobium podría obtenerse celulosa de gran pureza o introducir genes en ciertos cultivos que los protegerían o los harían más resistentes.

 

"El principal biopolímero de la madera es la celulosa, que es también el principal componente de la pared celular de las plantas", ha explicado Pedro Mateos en declaraciones a DiCYT. La celulosa tiene importantes aplicaciones industriales, ya que es la materia prima del papel y de los tejidos elaborados con fibras naturales, como el algodón, además de aplicaciones en otros campos, como la industria farmacéutica e incluso la fabricación de explosivos. Generalmente, la celulosa se obtiene de la madera en un proceso "muy laborioso y contaminante", así que la posibilidad de obtenerla por métodos biológicos abriría un camino muy interesante desde el punto de vista industrial.

 

La hipótesis de Pedro Mateos se basa en que la bacteria Rhizobium puede producir celulosa de alta pureza. El pasado mes de mayo, Pedro Mateos publicó un destacado artículo en la prestigiosa revista americana Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) sobre cómo la molécula CelC2 permite que la bacteria Rhizobium pueda infectar a las plantas leguminosas a través de la raíz, de forma que les ayuda a captar el nitrógeno que necesitan para un mayor desarrollo.

 

Si los científicos consiguieran inocular Rhizobium en otro tipo de plantas, además de en las leguminosas, en las que se introduce de forma natural, esta bacteria podría intervenir en su biosíntesis y provocar esa producción de celulosa de mayor pureza, aprovechable para la industria a través de este novedoso proceso. Por eso, Pedro Mateos se propone estudiar el método de producción de la celulosa bacteriana en esta investigación, que ha sido financiada para los próximos tres años con 120.000 euros.

 

Sin embargo, el desarrollo de la investigación con Rhizobium tiene otra posible rama que también se incluye en este proyecto, una aplicación que estaría encaminada a "conseguir los mismos efectos que presentan las plantas transgénicas", según Mateos. "Hemos hallado el modo en que Rhizobium penetra en la raíz y ahora queremos saber si penetra en otras raíces de plantas no leguminosas. Si es así, podemos identificar un gen que haga resistentes a las plantas ante una enfermedad o ante unas condiciones de estrés por sequía, por ejemplo, y, en lugar de introducir el gen nuevo en la planta, podríamos inocularlo en Rhizobium, de forma que esta bacteria lo introdujese en la planta", comenta el investigador.