Alimentación España , Salamanca, Miércoles, 12 de mayo de 2004 a las 18:17

El ciclo 'Vive la Ciencia' aborda las peculiares características genéticas del desarrollo de la drosophila

La charla tendrá lugar mañana jueves a las 19:30 a cargo de Acamio González, investigador del Instituto de Parasitología de Granada

AVPR/DICYT El investigador Acamio González impartirá mañana jueves, en el marco del ciclo de divulgación científica Vive la Ciencia, una conferencia en la que, bajo el título El desarrollo de moscas... ¿o de humanos? dará a conocer la labor investigadora que está llevando a cabo en el Instituto de Parasitología López Neyra que el Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) tiene en Granada. La charla se desarrollará a partir de las 19:30 horas en el Salón de Actos del Centro de Investigación del Cáncer.

Acamio González, que colabora además con Fundación Genoma España, ha centrado en los últimos años sus investigaciones en los mecanismos genéticos y moleculares que permiten el desarrollo correcto del embrión de la drosophila, un tipo de mosca muy utilizado en los trabajos de laboratorio. Dichas investigaciones han permitido describir cómo la madre, durante la oogénesis (periodo de gestación), deposita en el huevo la información necesaria para que el embrión adquiera las distintas partes que conforman su cuerpo.

Células inmortales

Durante el estudio se ha podido determinar también que algunas de las moléculas que deposita la madre en la parte inferior del oocito son requeridas para formar partes anteriores del insecto, como la cabeza, y que las depositadas en el polo posterior de esta célula son responsables de la formación del abdomen. Esta distribución espacial significa que esta célula posee una polaridad subcelular responsable, en última instancia, del crecimiento programado del embrión.

El desarrollo adecuado de estos oocitos requiere, al menos, dos pasos bien diferenciados: primero, la existencia de células inmortales que se dividen continuamente de forma asimétrica, dando lugar a otra célula inmortal que renovaría el linaje. En segundo lugar es necesario que surja una célula hija que se diferencia de las anteriores especializándose, y que es capaz de formar ella mismas un oocito o embrión. Conocer el proceso en invertebrados puede dar ciertas claves para poder posteriormente reconocer determinados procesos celulares en los vertebrados.