Ciencias Sociales México , Distrito Federal, Jueves, 27 de mayo de 2010 a las 20:47

El hallazgo de Craig Venter no implica la creación de vida artificial en laboratorio: Francisco Bolívar Zapata

En conferencia de prensa, el pionero en biotecnología a nivel mundial afirmó que, técnicamente, aún estamos lejos de crear vida totalmente artificial

AG/AMC/DICYT La creación de plataformas biológicas mínimas, como la reportada recientemente por el científico estadounidense Craig Venter, uno de los investigadores responsables de la secuencia del genoma humano, es un avance importante y podría ser una cuña para impulsar la biotecnología de manera ética y responsable; sin embargo, no se trata de la creación de vida artificial en el laboratorio, afirmo Francisco Bolívar Zapata, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). 

 

Al comentar el desarrollo reportado por Craig Venter, el coordinador del Comité de Biotecnología de la AMC precisó que la creación de la célula bacteriana llamada Micoplasma mycoides JCV-syn1.0. es vida artificial en el sentido de que el material genético es químicamente sintetizado, pero no lo es totalmente, en virtud de que si no se hubiera introducido en una célula ya existente, sería incapaz de funcionar.

 

El experimento, dijo, fue posible al utilizar el conocimiento acumulado en 30 años de la biología molecular y la ingeniería genética, y es novedoso en el sentido de que se sintetizó químicamente en el laboratorio los 350 genes de la célula bacteriana para conformar lo que llamó plataforma genómica mínima.

 

Además, agregó, se trata de una extraordinaria oportunidad para entender la vida y emplear este conocimiento en la incorporación de nuevas propiedades a los genomas de los organismos y el desarrollo de productos de interés biológico o de la salud, como la creación de vacunas.

 

En conferencia de prensa, el biotecnólogo galardonado con el Premio Príncipe de Asturias 1991, sostuvo que técnicamente no es fácil pensar en el diseño de nuevas formas de vida, razón por la cual se inicia con experimentos en bacterias con un número reducido de genes, y se ahí se pasa a mezclar genes de los organismos para obtener las propiedades deseadas.

 

Al sopesar las aplicaciones del descubrimiento del fundador de Celera Genomics, Bolívar Zapata dijo que, mejorando las plataformas genómicas mínimas, se pueden ir añadiendo funciones que permitan producir moléculas de interés en salud o con fines ambientales, como la captura de CO2.

 

El investigador emérito del Instituto de Biotecnología de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional comentó que en México también se cuenta con las capacidades biotecnológicas para modificar la vía metabólica de los organismos y obtener sustancias de interés, como ya se hace con la bactaria Escherichia coli, que sirve para la producción de ácido shikímico, un componente para la fabricación del fármaco Tamiflú.

 

Al responder a las preguntas sobre los problemas de bioseguridad y bioéticos que implican estas tecnologías, Francisco Bolívar Zapata señaló que un genoma minimalista tendría pocas posibilidades de ser eficiente fuera del laboratorio, por lo que descartó su uso en la fabricación de armas biológicas.

 

Por otro lado, ante las especulaciones de que la tecnología sirviera para crear un genoma artificial del ser humano, resaltó que, en la actualidad, la ciencia no está ni remotamente cerca de lograrlo con esta técnica.

 

Aunque consideró que la teoría de modificar genéticamente a los individuos humanos para introducirles genes que les permitan combatir ciertas enfermedades, mediante la llamada terapia génica, es viable, aunque estamos en una etapa muy temprana.

 

Tecnologías como la mencionada anteriormente, dijo, ya se encuentran reguladas en nuestro país por la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, la cual contempla un análisis caso por caso para evaluar los riesgos.

 

Tras señalar que la metodología de Venter constituye la creación de una célula genéticamente modificada, indicó que, por ejemplo, en el tema de los alimentos transgénicos, hasta la fecha no hay evidencia sólida de daño a la salud del ser humano o de animales por su uso, aunque, por otro lado, reconoció que las tecnologías no están exentas de que se haga un mal uso de ellas.

 

Bolívar Zapata, pionero a nivel mundial en biología molecular y biotecnología, consideró que aunque la creación de la célula bacteriana llamada Micoplasma mycoides JCV-syn1.0. es un trabajo importante que abre nuevos paradigmas, no debería otorgársele una patente, pues usa una tecnología ya desarrollada con anterioridad. Si se patentara, México debería de pelear lo contrario en las cortes internacionales.


Respecto a las recientes declaraciones de El Vaticano sobre el tema, opinó que la jerarquía católica se equivoca al criticar la naturaleza inquisitiva del ser humano. No se puede contener el avance extraordinario en el conocimiento de la vida, expresó.

 

Finalmente, pidió al gobierno y la sociedad mexicana invertir en la ciencia para usar la gran riqueza en biodiversidad y el conocimiento biotecnológico de manera responsable.