El hombre de Atapuerca tenían rasgos neandertales mucho antes de cuando se cree que aparecieron

Rubén Arranz/DICYT Los homínidos que habitaban Europa en el Pleistoceno medio (780.000–130.000 años) eran de la especie Homo heidelbergensis, considerada con un alto grado de inteligencia y la cual dominaba el fuego y se tiene constancia de que enterraba a sus muertos. Los esquemas clásicos apuntan a que a partir de ella surgió el neandertal. El análisis de más de 500 dientes fósiles hallados en la Sima de los Huesos, ubicada en el yacimiento burgalés de Atapuerca, ha revelado que estos restos humanos con 500.000 años de antigüedad (es decir, alrededor de 400.000 años anteriores a los neandertales) son similares a los de esta especie, la neandertal. Esto podría suponer que los neandertales se originaron a partir de esta población en particular, o bien que ésta sea un linaje relacionado con esta especie posterior que ha evolucionado de manera aislada.

Poblaciones como la de este yacimiento, enclavado en una elevación en la Sierra de Atapuerca, delatan que ese modelo tan lineal y progresivo de evolución que hasta ahora se había aceptado ya no funciona, pues presentan rasgos neandertales mucho antes de lo que se cree que este surgió en el Pleistoceno superior.

"Eso lo que nos plantea son varias posibilidades. Una de ellas es que realmente los neandertales se hayan originado a través de esta población en particular; o que en realidad lo que estemos viendo es un linaje que evidentemente está relacionado con los neandertales porque tiene características de esta especie de homínido, pero que ha ido un poquito más allá. Es decir, podía ser un linaje relacionado con los neandertales que ha evolucionado de manera aislada y se ha convertido ya en otra cosa", ha manifestado a DiCYT María Martinón-Torres, una de las autoras de este estudio publicado en la revista Journal of Human Evolution y radicado en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).

Teoría del aislamiento

A la hora de estudiar estos homínidos, Martinón-Torres ha incidido en que es importante fijarse en el contexto en el que habitaban. Se tiene la certeza de que el Pleistoceno medio fue un periodo de grandes oscilaciones climáticas, lo que pudo haber conducido al aislamiento de esta especie, más si se tiene en cuenta que la Península Ibérica presenta al norte una barrera montañosa, los Pirineos, que en un periodo de glaciación podría haber sido infranqueable por estos humanos.

"En ese tiempo de insularidad, de aislamiento, es como se favorece que haya muchos procesos de deriva genética que llevan a la posible formación de nuevas especies", ha precisado la investigadora, coordinadora del estudio junto con José María Bermúdez de Castro, director del CENIEH y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997.

El estudio de la completa colección de dientes ha llevado a los científicos a la conclusión de que estos homínidos tienen características muy similares a los neandertales o incluso más pronunciadas. Algunas de estas piezas tienen los rasgos clásicos de los posteriores pobladores de Europa, como por ejemplo los dientes en forma de pala. "Son dientes muy robustos y de grandes dimensiones. Tienen además una raíz aumentada que no llega a dividirse. Incluso en el estudio pormenorizado hemos encontrado algún detalle más sutil, como variaciones de forma", ha concretado.

Distintas teorías apuntan a que los neandertales podrían utilizar los incisivos y los caninos "para algo más que para masticar", es decir, como una tercera mano. Esto provocaba que estuvieran expuestos a cargas "biomecánicas" muy fuertes.

Homo heidelbergensis

El Homo heidelbergensis fue una especie humana que pobló Europa hace entre 780.000 y 600.000 años Debe su nombre a una mandíbula encontrada en 1907 en Heildeberg (Alemania) y la teoría lineal le considera como el antepasado de los neandertales. Poseía un alto grado de inteligencia y era organizada, cazadora y dominaba el fuego. Se tienen evidencias de que enterraba a sus muertos, lo que supondría que poseía una "capacidad simbólica".

En la investigación, recientemente publicada (Morphological description and comparison of the dental remains from Atapuerca-Sima de los Huesos site), también han participado los investigadores Aida Gómez Robles, Leyre Prado Simón y Juan Luis Arsuaga.