Salud España León, León, Lunes, 23 de julio de 2007 a las 12:19

El Hospital de León ha registrado media docena de casos de alergia al anisakis durante el 2007

El parásito, que penetra en el tubo digestivo, provoca oclusiones intestinales y dificultades respiratorias

EFA/DICYT El Complejo Hospitalario de la capital leonesa ha registrado media docena de casos de alergia al anisakis durante 2007. No obstante, en los últimos años ha descendido el numero de pacientes con los síntomas de intoxicación originados por este parásito debido, fundamentalmente, al “cambio de hábitos alimenticios”, según explicó a DICYT el alergólogo del Hospital de León, Juan Luis Estrada.

Estrada señaló que las patologías derivadas de la anisakiasis aparecieron en España a finales de la década de los noventa. “Entre los años 1998 y 2000 se diagnosticaba en el Hospital leonés aproximadamente un caso por semana”, añadió. El anisakis penetra en la mucosa del tubo digestivo y provoca urticaria de labios o faringe a lo que, en algunos casos se unen síntomas como hipotensión y dificultades respiratorias. A estos síntomas se le suman las oclusiones intestinales.

El alergólogo del área sanitaria de León aseguró que la enfermedad se dianostica con mayor frecuencia en los adultos, circunstancia debida a que a la mayoría de los niños no consumen pescado. Además, Estrada indicó que según un estudio realizado en el año 2000, se detectó que un 12 % de la población española tiene sensibilidad al anisakis.

Las larvas, que miden entre cinco y nueve milímetros, se pueden encontrar en el tejido muscular de cualquier tipo de pescado u otros alimentos de origen marino, especialmente en el bacalao, el salmón, las anchoas, la caballa, el calamar, la merluza o los boquerones. Asimismo, la parte del pescado que está contaminada con mayor frecuencia es la zona próxima a la cabeza.


Recomendaciones


La única forma de evitar la infección es suprimir la ingesta de cualquier pescado crudo o en salazón. En este sentido, Juan Luis Estada, insistió en que los pacientes alérgicos a este parásito pueden comer bien pescado congelado, bien fresco siempre y cuando este último haya permanecido congelado durante al menos 72 horas, ya que las larvas congeladas no producen reacciones alérgicas. Además, la alergia se diagnostica mediante la realización de pruebas cutáneas o a través de análisis de sangre.


Por otra parte, en el centro sanitario de León han contabilizado un aumento de alergias al polen debido a que la primavera se ha alargado. El experto aseguró que los niños y la población joven son los grupos de edad que más posibilidades tienen de ser alérgicos a lo largo de su vida. “Un factor fundamental puede ser la vida urbanita y la pérdida del contacto con los animales”, insistió.


Finalmente, Juan Luis Estrada señaló que cada década aparece una nueva alergia importante de cara a la población. De esta forma, remarcó que en los noventa fue el anisakis, mientras que en la década de los ochenta se detectaron casos de intolerancia al látex.