El ictus es la segunda causa de mortalidad en los países desarrollados
MMG /DICYT El ictus o infarto cerebral es la segunda causa de mortalidad en los países desarrollados y la tercera en el mundo occidental, detrás de las afecciones cardiacas y del cáncer. Éste es sólo uno de los muchos datos que se han aportado hoy en la presentación en Ávila de la Guía para el manejo del ictus, redactada por médicos de Atención Primaria, neurólogos, enfermeros y trabajadores sociales del Complejo Hospitalario de Ávila con un claro objetivo: facilitar a todos los profesionales sanitarios herramientas para el manejo de esta patología, así como perfeccionar la coordinación entre la Asistencia Primaria y la atención especializada.
Cada año aparecen 90.000 nuevos casos de ictus en España, y su tasa de incidencia está en 150-200 casos por cada 100.000 habitantes y año. De las personas afectadas, el 85% es mayor de 45 años, y el 40% de los que logran sobrevivir quedan con algún tipo de incapacidad moderada o grave e, incluso, el 75% debe dejar de trabajar.
A la vista de estas cifras, no es extraño que la preocupación del colectivo médico por formarse al respecto vaya en aumento. Sobre todo si se tiene en cuenta que desde la aparición de los primeros síntomas hasta llegar a la atención especializada no debería pasar más de tres horas, algo que se consigue en el 50% de los casos, tal y como ha asegurado el doctor Luis Blanco, encargado de presentar la guía. "La atención precoz disminuye en gran medida la evolución del ictus y sus secuelas", ha recalcado el doctor, que insiste en la importancia que tiene la coordinación de los distintos niveles asistenciales.
La guía, de la que se han editado 500 ejemplares, recoge también los factores de riesgo en casos de ictus, e insiste en la hipertensión como el principal de los mismos. "El 50% de los pacientes con ictus tiene hipertensión, y el 20% de los hipertensos severos desarrollará un ictus", ha dicho el doctor, que ha mencionado también la diabetes, el colesterol o los malos hábitos (tabaco, bebida...) como principales causantes de los infartos cerebrales.