El Itagra logra la micropropagación de la paulownia mediante cultivo 'in vitro'
Cristina G. Pedraz/DICYT El centro tecnológico Itagra de Palencia ha logrado la micropropagación de la paulownia, una especie forestal de gran interés maderero, bioenergético y medioambiental, a través del cultivo in vitro. Así, a partir de una yema de la planta (el órgano formado por células con capacidad de división que dan lugar a las hojas y las flores) obtienen individuos idénticos, “clones sanos igual que el inicial”. Susana Luis del Río, una de las investigadoras inmersas en el trabajo, detalla a DiCYT que la principal ventaja del cultivo in vitro es esa, el saneamiento, “conseguir clones libres de virus”.
La línea de investigación surgió hace cuatro años del interés mostrado por una empresa toledana en la propagación de la planta en laboratorio, a partir del cual los investigadores establecieron los métodos de cultivo in vitro. Susana Luis explica la metodología desarrollada.
“Lo que hacemos es tomar yemas, que se desinfectan y se disponen en unas condiciones óptimas para su crecimiento, en un medio de cultivo que contiene las vitaminas, hormonas y todos aquellos elementos necesarios para que la yema, en condiciones muy estrictas, sea capaz de formar una planta completa”, apunta.
Posteriormente, se establece un cultivo de iniciación para que la yema forme su tallo y sus hojas, y de ahí se pasa a otro medio de cultivo modificando hormonas para que prolifere, es decir, “para que se forme una especie de rosetón y salgan muchas plantas pequeñas”. Para finalizar, se extrae cada una de las plantas del cultivo in vitro y nuevamente se trasladan a otro medio para enraizar, el cual “contiene las hormonas necesarias para que se produzca”. Esta última fase, como subraya la experta, tiene como objetivo “que cada una de las plantas tenga sus raíces y pueda completarse y crear un organismo vivo completo”.
Una vez que enraiza, “todo en condiciones de temperatura, humedad y luz controladas”, se produce la climatación, que consiste en eliminar todos los restos de agar que quedan en la planta y pasarla a una maceta. “La climatación lo que hace es adecuarla para que, cuando salga a la calle y entre en contacto con la atmósfera, sea capaz de resistir las condiciones con las que se va a encontrar”, concluye la investigadora.
Un especie de interés
En concreto, la especie que se ha micropropagado mediante cultivo in vitro es la Paulownia elongata. El interés en ella radica en que es una especie forestal con una gran capacidad de biomasa y un crecimiento rapidísimo, lo que tiene gran relevancia para las zonas desertizadas. También sirve como planta ornamental. Tal y como precisa Susana Luis, “tiene un porte muy alto y crece en seguida, en 3-5 años se tiene un individuo adulto y su madera se puede utilizar”. La primera tala se puede llevar a cabo los siete años de vida, lo que es característica muy interesante.
Produce una madera muy fina que pesa muy poco, con lo cual es apta para la fabricación, por ejemplo, “de muebles, instrumentos musicales o de los guarnecidos interiores de los aviones”. Asimismo, es un gran consumidor de carbónico por lo que también ofrece muchas ventajas a nivel medioambiental. Otra de las particularidades de esta planta radica en la facilidad con la que es capaz de rebrotar de cepa. “Tiene gran capacidad de rebrote, lo que no sucede con otras especies”, concluyen.