Salud España , Valladolid, Martes, 18 de mayo de 2004 a las 20:04

El Laboratorio de Cirugía Experimental colabora con Cartif para crear un robot quirúrgico

El proyecto pretende conseguir un ingenio autónomo con cámara incorporada que ayude en las operaciones

Beatriz G. Amandi/DICYT El Laboratorio de Cirugía Experimental de la Universidad de Valladolid ha comenzado a trabajar con el Centro de Automatización, Robótica y Tecnologías de la Información y de la Fabricación (Cartif) para construir un nuevo robot de uso quirúrgico que tenga un carácter autónomo, incorpore una cámara y que sirva de ayuda en las intervenciones.

El director del laboratorio, Carlos Vaquero Puerta, ha manifestado a DICYT que se trata de un proyecto pionero, ya que los que se utilizan hasta ahora de apoyo a las operaciones quirúrgicas tienen que ser dirigidos por las personas que están en el quirófano, mientras que el que se pretende crear tendría un carácter autónomo y trabajaría en función de las necesidades que detectaría en el cirujano.

Aunque todavía están en los inicios de la investigación, llevan tiempo colaborando para el desarrollo de robots. En este sentido, señala que los robots más empleados hasta este momento son los que se conocen como Zeus y Da Vinci, que en realidad se pueden considerar telemanipuladores, ya que son manejados a través de mandos a distancia controlados por ordenadores. A este respecto, el doctor Vaquero indica que lo que se pretende es una máquina “capaz de tomar decisiones en situaciones en las que se producen contextos no programados”.

Asimismo, el doctor indica que los profesionales de la Medicina suelen tener reticencias a dejar a las máquinas el trabajo que ellos realizan y, en este sentido, Vaquero señala que, “se trata de valorar a un paciente y hacer una planificación de una estrategia de lo que tengo que hacer, después decirle al robot que desarrolle la estrategia, pero con la salvedad de que si el robot detecta un elemento no programado sea capaz de corregirlo, como ocurre con los misiles dirigidos, que salvan obstáculos no detectados inicialmente, hasta llegar a su objetivo”.

 

Ampliar el campo de visión

Con esta filosofía se busca desarrollar una máquina y, aunque, inicialmente, el proyecto será poco ambicioso, se tratará de desarrollar un robot de asistencia quirúrgica, pero que no sea necesario indicarle continuamente lo que debe hacer. El aparato, sólo con unas coordenadas previas, deberá centrarse en la visión del campo operatorio. Se trata de ampliar la zona de visión con la que se encuentran los cirujanos, ya que, en ocasiones no es visible la zona por obstáculos o cavidades del cuerpo humano, y la visión del robot deberá proporcionar imágenes, a partir de unas coordenadas o señales previas, que deberá ir modificando, de modo autónomo, cuando considere que la calidad de la imagen no es la adecuada, buscando así el mejor enfoque del punto sobre el que se quiere actuar.

En este sentido, Javier Pérez Turiel, ingeniero del área de Biomedicina de Cartif, indicó que la robótica en la Medicina suele presentar recelos, debido a que se pierde el control directo sobre lo que se está realizando. Sin embargo, Pérez Turiel cree que hay casos en los que puede resultar muy útil la ayuda de un robot: “El diagnóstico y el tratamiento lo determina el médico, pero hay partes del proceso en que la intervención del médico es mínima, incluso puede ser perjudicial cuando se llevan muchas horas en el quirófano, y se acusa el cansancio”.

Respecto a la colaboración que se ha puesto en marcha con el Laboratorio de Cirugía Experimental, el ingeniero indica que aún se encuentra en un punto muy inicial, y que se trata de una colaboración a largo plazo, en la que se van planteando diferentes objetivos en el corto plazo, para ir avanzando.

El primero de ellos está basado en conseguir un sistema de cámaras que enfoquen, de modo autónomo, las zonas y movimientos de los cirujanos, facilitando así la visión de la zona operada. Este proyecto está basado en las necesidades detectadas en operaciones como las laparoscopias o las intervenciones quirúrgicas en el abdomen, que suelen realizarse con un ayudante que dirige la cámara, a través de la cuál el cirujano obtiene las imágenes necesarias para realizar la operación. Este sistema conlleva que, en ocasiones, hay que parar porque el cirujano necesita más espacio o hay que limpiar el enfoque, etc. Con el nuevo sistema, todos esos movimientos los realizaría de modo automático el robot, y se evitaría el estorbo que puede suponer la presencia de otra persona en el campo de operación.

Este proyecto, como todos los que tienen que ver con la ingeniería, tiene como objetivo según indica Pérez Turiel “reducir la duración de la intervención, ya que reduce los tiempos muertos y consigue una mayor precisión en el enfoque del órgano”.

A medida que se vaya avanzando en el perfeccionamiento de estos ingenios, la colaboración entre ambas entidades espera poder conseguir la fabricación de robots que hagan suturas automáticamente, y otros que permitan la introducción de catéteres en conductos, de modo que sean capaces de llegar por sí solos a los puntos indicados.

Un prototipo en Cartif


Cartif dispone de un prototipo de robot desarrollado por el área de Biomedicina del centro, que les permite desarrollar diferentes técnicas. Según señaló Pérez Turiel, este prototipo no tiene una función definida, sino que se utiliza para ir probando desarrollos y técnicas, de modo que se avanza en los procesos a desarrollar.

El prototipo ha permitido ya el desarrollo de algunas técnicas que podrían ser aplicadas en las colaboraciones con el Laboratorio de Cirugía Experimental de la Universidad de Valladolid.