Alimentación España , Ávila, Viernes, 04 de marzo de 2005 a las 20:30

El Laboratorio de Seguridad Alimentaria de Ávila realizó 15.243 analíticas de alimentos y aguas de consumo en 2004

Este centro, en el que actualmente trabajan once profesionales, se someterá a un proceso de modernización para su adaptación a las normas ISO

EC/DICYT El Laboratorio Oficial de Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Servicio Territorial de Ávila, dependiente de la Consejería de Sanidad, iniciará próximamente diferentes reformas para la modernización de sus infraestructuras y su tecnología encaminadas a lograr la acreditación de calidad de las normas ISO. El laboratorio realizó en 2004 12.425 determinaciones físico-químicas y 2.818 análisis microbiológicos.


Este centro, en el que actualmente trabajan 11 profesionales (dos médicos, dos farmacéuticos, un veterinario y ayudantes Técnicos Sanitarios y de Laboratorio), de los cuales diez son mujeres, cumple en la actualidad una doble finalidad. Por un lado, analiza los productos de consumo humano, como aguas  y alimentos, y, por otro, aporta los resultados cuando se producen toxinfecciones alimentarias, mediante la toma de muestras de alimentos y de sus manipuladores para su posterior análisis.


El jefe del Servicio Territorial de Sanidad, Fidel Gallinas, ha recordado a DICYT que el pasado año se realizaron en este laboratorio un total de 12.425 determinaciones para buscar las sustancias físico-químicas perjudiciales para la salud y 2.818 análisis microbiológicos, cuya finalidad es encontrar la presencia de bacterias nocivas para el ser humano. 


En lo que a las aguas se refiere, el Laboratorio Oficial de Ávila está obligado a examinar, de forma aleatoria, aquéllas destinadas al consumo público para asegurar su calidad. Igualmente, debe analizar las aguas de recreo, aunque en este caso y debido a la temporada en que nos econtramos no hay actividad, así como las aguas minerales.


Por su parte, el análisis de alimentos se realiza fundamentalmente mediante muestreos aleatorios de los productos que se venden en las tiendas, pero también en los mataderos. Fidel Gallinas explica que "se estudia en la carne, músculos, leche o crustáceos frescos la posible presencia de elementos betagonistas, es decir, los productos de engorde artificial, como el clembuterol o el cloranfenicol (antibiótico prohibido con finalidad terapéutica)". "En aquellos productos que presentan algún tipo de irregularidad", prosigue, "realizamos su trazabilidad, que nos lleva a conocer el recorrido del alimento desde su origen hasta el momento final".


Otra actividad del laboratorio hace referencia al estudio de la presencia de opiáceos y cocaína en la orina de los drogodependientes sujetos a programas alternativos de metadona.

 

Adaptación a la normativa ISO 
La Junta de Castilla y León acometerá la reforma del Laboratorio Oficial de Salud Pública y Seguridad Alimentaria de Ávila, para lo que la Consejería de Sanidad ya ha adjudicado el concurso destinado a la remodelación y adaptación de esta infraestructura dependiente de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de la Comunidad.

A este proyecto, que supone la modernización de las actuales infraestructuras y aparatos tecnológicos (todavía por determinar), se ha destinado una inversión de 297.450,52 euros y su plazo de ejecución será de seis meses. Así, estas reformas supondrán la intervención en más de 442 metros cuadrados del laboratorio, con la demolición de la tabiquería y el desmontaje y modernización de instalaciones de agua, saneamiento, electricidad, iluminación, calefacción y climatización.