Ciencias Sociales España , Burgos, Lunes, 04 de octubre de 2010 a las 17:35

El ‘making of’ del Museo de la Evolución Humana

Hasta mediados de diciembre se podrá ver en el MEH cómo se hizo el montaje expositivo

Elena Rodríguez Montes/DICYT Como si de una película de cine se tratase, el Museo de la Evolución Humana de Burgos ofrece a sus visitantes hasta mediados de diciembre la posibilidad de asistir al proceso del montaje expositivo de esta infraestructura científica y cultural. Será a través de la primera exposición temporal que organiza el equipo del MEH y que lleva por título Making of. La visita a esta muestra está incluida en la entrada general de acceso al museo. 

 

La coordinadora general del MEH, Aurora Martín, explicó a DiCYT que con la exposición se ha organizado con un doble objetivo. De una parte, mostrar al visitante cómo el museo fue tomando forma, cómo un espacio tan grande fue construyéndose de acuerdo con unos conceptos previos y cómo éstos se fueron modificando bien porque no funcionaban o bien porque la instalación demandaba otras fórmulas. Por otra parte, el making of del MEH pretende servir “de homenaje a todas aquellas personas anónimas sin las que no hubiera sido posible”, reseñó la coordinadora, ya que en este proceso se han visto implicados numerosos oficios: albañiles, ebanistas, carpinteros, pintores, sin olvidar artistas y escultores como Elisabeth Daynés, autora de las reproducciones de La galería de los homínidos. Asimismo, Aurora Martín no se olvida de los que intervinieron en la realización de la sala de los fósiles humanos originales y a los que denominó diseñadores de joyas, como el equipo de restauración de fósiles del Cenieh o incluso de personas vinculadas al mundo agrario que diseñaron el paisajismo interior y exterior del Museo de la Evolución.

 

La exposición está dividida en siete partes. El paisajismo exterior (01) y el interior (02) refuerzan una de las señas de identidad del Museo: un espacio para el conocimiento que no quiere perder el contacto con la naturaleza ni olvidarse de la luz que la rodea. Se trata de paisajes inspirados en la Sierra de Atapuerca que nos aproximan al espacio cultural del que proceden los fósiles exhibidos en los módulos de los originales (03) y nos trasladan a la realidad de los yacimientos a través de las columnas estratigráficas, fielmente reproducidas. Gracias a esta exposición podremos saber que el proceso consistió en seleccionar la parte del nivel estratigráfico que se iba a representar, impregnarla con una capa de jabón neutro para protegerla y aplicarle resina de alta resolución. Tras secarse, se levanta esa capa de la que se obtiene el molde que más tarde se adhiere al cilindro, se moldea y finalmente se pigmenta, hasta lograr una textura casi idéntica, comentaron desde el Museo.

 

La recreación del Beagle (04) aborda el fascinante viaje emprendido por Darwin y las observaciones que le llevaron a proponer la Teoría de la Selección Natural, tan importante para comprender la evolución de las especies. El barco de Darwin se ha reproducido basándose en la documentación y los planos originales existentes. Parte de los seres que nos precedieron, se muestran en La galería de los homínidos (05): esculturas de gran rigor y verosimilitud, que provocan el reconocimiento, la comparación y, quizá, el descubrimiento y la reflexión sobre nuestros orígenes. El vídeo que muestra el proceso de trabajo permite comprobar el alto nivel artístico de los integrantes del taller de Elisabeth Daynés (París) y conocer que su trabajo parte de datos anatómicos muy precisos.


El cerebro humano (06) -ese órgano tan complejo que controla el comportamiento- exigía un tratamiento especialmente visual que favoreciera la comprensión de cómo funciona la transmisión de información a base de disparos sinápticos. Pues bien, el artista contemporáneo Daniel Canogar nos explica, en una entrevista realizada cuando estaba mostrando su instalación, de qué ideas ha partido para expresar de forma creativa y didáctica las funciones del cerebro humano. Paralelamente, en otra pantalla, se nos muestran imágenes de la secuencia de montaje de la estructura y de los cables que recrean la forma del cerebro a gran escala.

 

Terminamos con el fuego (07) ese hallazgo singular de los grupos cazadores-recolectores que calienta, protege, limpia, facilita la digestión y la talla, pero también une al grupo y favorece lo simbólico y ritual. De esta parte nos encontraremos con imágenes de las construcción del espacio y también se expone el story board que se hizo para la posterior producción del audiovisual.

 

Por tanto, lo que la exposición nos va a enseñar es cómo fueron tomando forma todos estos elementos y como indica Aurora Martín, “es una exposición con muchos andamios y tablones, vidrios y planos” porque su interés radica en mostrar las entrañas del proceso museístico y para ello se aprovechan multitud de soportes. Y que pretende implicar también a todos los sentidos, como explicó el comisario de la exposición, Jesús Arribas. De esta manera, el visitante podrá comprender la complejidad de ese proceso a través del tacto, el oído, las texturas o la escenografía. Sus organizadores confían en que este programa de muestras temporales, que se inaugura con el making of dote al museo de la dimensión internacional que se merece.

 

Dinamización de cara al invierno


Este programa de exposiciones temporales persigue el objetivo de dinamizar la vida dentro del MEH de cara a los próximos meses que suelen ser más complicados en cuanto a movimiento turístico. Aun así, su director, Javier Vicente, se mostró satisfecho con el ritmo de visitantes de estos últimos días y que ayer superó las 1.600 personas. Vicente también se refirió al inicio de la Exposición Universal de Shangái en la que el MEH se perfila como uno de los embajadores de la cultura de nuestra comunidad y un potente elemento de dinamización turística.