Health Perú , Perú, Friday, January 08 of 2016, 09:37

El radón: un enemigo invisible

El Grupo de Investigación Técnicas de huellas nucleares de la PUCP mide los niveles de Radón, un gas radiactivo que puede producir cáncer, en Lima

PUCP/DICYT El radón (Rn) es un gas radioactivo incoloro, sin olor ni sabor, que se forma naturalmente a través del decaimiento radioactivo del uranio o el torio. Este emana fácilmente del suelo y pasa al aire, donde se desintegra y emite partículas que pueden dañar el ADN al ser inhaladas por los seres vivos.

 

Tan alto es su grado de peligrosidad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco. Lamentablemente , en nuestro país no existen estudios sobre este elemento químico, algo que espera cambiar próximamente el Grupo de Investigación Técnicas de Huellas Nucleares (Githunu) de la PUCP, en primer lugar, midiendo la cantidad de radón 222 (su isótopo más abundante y estable) existente en Lima y, posteriormente, extendiendo el alcance de este proyecto a todo el Perú.


Patrizia Pereyra, coordinadora de Githunu,asegura que la mayor concentración de radón se da, principalmente, en dos frentes: el suelo y los materiales de construcción. “En Europa se han hecho muchos estudios y se han dado cuenta de que estas dos fuentes son las más grandes contribuyentes. En Latinoamérica, solo se ha estudiado esto en Argentina, México, Brasil y Cuba. En el Perú, nosotros seríamos los primeros”, detalla la también docente del Departamento de Ciencias.


El proyecto para medir los niveles de radón en Lima desarrollado por el Githunu ganó un fondo de Innóvate Perú este año. Su intención es lograr colocar la mayor cantidad de medidores posibles en el interior de las viviendas de nuestra capital (al menos dos mil), para lo cual esperan contar con voluntarios, ya sean miembros de nuestra comunidad académica o público externo. Estos detectores, hechos de nitrato de celulosa (un plástico), son pequeñas placas de aproximadamente dos centímetros por lado que deben colocarse en el lugar menos ventilado de la casa por ocho semanas (ver recuadro adjunto).


“La convocatoria es para miembros de la PUCP y la ciudadanía en general”, comenta Luis Vilcapoma, miembro de Githunu y profesor del Departamento de Ciencias. “Los voluntarios no tomarán datos día a día ni se van a contaminar. Quizá el radón ya se encuentre en sus casas, pues está en el medioambiente. La idea es identificar en qué cantidad hay y hacer un estudio de riesgo, es decir, ver la forma de disminuirlo. Nuestro método nos permitirá contar con un archivo, pues el detector puede analizarse, posteriormente, en cualquier momento”, añade.


Mayor alcance


El pasado 6 de octubre, el grupo recibió la visita de Anthony Colgan, especialista en medición de radón en interiores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA). Gracias a este encuentro, y en alianza estratégica con el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), el proyecto de Githunu se amplió al punto de involucrar a otras instituciones de educación superior limeñas, como la UNI y la Unalm, y de provincia, por lo que es una especie de programa piloto que se replicará a nivel nacional a partir de enero del próximo año.


“El IPEN está interesado en trabajar en conjunto porque en el Perú, a diferencia de otros países, no hay una legislación sobre el radón”, detalla Pereyra. “Colgan dijo que nos enviará detectores calibrados desde su institución para unirse a los nuestros. Estos son más precisos y distinguen radón de torón (que proviene del elemento torio), así que, con ellos, seríamos el único país de la región que tendría una medición de radón y torón discriminada. Asimismo, tenemos el apoyo de diversos especialistas internacionales, como Lászlo Sajó-Bohus, uno de los cinco científicos top en el mundo en materia de huellas nucleares, quien probablemente vendrá a la PUCP el próximo año para dictar una cátedra”, apunta.

 

El Grupo de Investigación Técnicas de Huellas Nucleares fue formalizado ante el Vicerrectorado de Investigación el año 2013, pero viene trabajando desde 1991, inicialmente en materia de datación de muestras geológicas y vidrios volcánicos. Además de medir radón en interiores, busca conseguir financiamiento para iniciar un proyecto para medir este elemento en el subsuelo de nuestra capital. Por lo pronto, espera, para fines de noviembre, la llegada de un equipo automatizado de lectura para sus detectores y muchos voluntarios.