El Salvador, reconocido por reducir drásticamente los casos y muertes por malaria en los últimos 15 años
OPS/OMS/DICYT El Salvador es, junto con Costa Rica y Surinam, uno de los tres ganadores del premio Campeones contra el Paludismo, que entrega desde hace ochos años la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los avances de estos países “afirman aún más nuestra creencia de que podemos efectivamente eliminar la malaria en varias áreas (de la región) en los próximos años”, sostuvo Francisco Becerra, subdirector de la OPS, oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Salvador ha logrado una disminución del 98,9% de los casos desde el 2000, y no ha reportado muertes desde 1998. En 2014, el país registró solo ocho casos confirmados de malaria, de los cuales dos fueron importados. La cifra fue la más baja en la historia del país. El éxito se adjudica al fortalecimiento de las actividades de vigilancia del Ministerio de Salud, a la búsqueda activa de casos, el tratamiento supervisado y el fuerte financiamiento nacional.
Hacia la eliminación
A nivel regional, entre 2000 y 2014 una ampliación de las intervenciones contra la malaria ayudó a reducir los casos en un 67% (de casi 1,2 millones en 2000 a 375.000 en 2014) y las muertes relacionadas con malaria en un 79% (de 390 en 2000 a 89 en 2014), muy superior al promedio mundial (37% y 60% respectivamente).
Ahora, el Plan de Acción para la Eliminación de la Malaria en las Américas 2016 - 2020 de la OPS, que está alineado con la Estrategia Técnica Mundial (GTS) de la OMS busca ayudar a los países a acelerar las acciones y aumentar las inversiones para poner fin a esta enfermedad para 2030.
En el marco de un panel de expertos organizado por la OPS y sus socios en Washington para celebrar el Día del Paludismo en las Américas, el Almirante Timothy Ziemer, coordinador global para la Iniciativa del Presidente de los Estados Unidos para la Malaria, afirmó que “la inversión para controlar el paludismo es de las más inteligentes porque protege la salud, fomenta el desarrollo y beneficia a los más pobres”.
Ziemer contó cómo la lucha contra la malaria se fue transformando en la última década al pasar de esfuerzos para controlarla y prevenir casos, a “la visión audaz y temeraria de la eliminación”. El funcionario del Gobierno norteamericano celebró el progreso regional, reconoció que la enfermedad es aún “una amenaza enorme” y reafirmó el compromiso de los Estados Unidos de trabajar con la OPS/OMS y los socios para llegar a la meta de la eliminación en 2030. En ese sentido, adelantó que su país aumentará los fondos que destina para combatir la malaria.
“La malaria sigue siendo un desafío formidable en la región y es más difícil de controlar y eliminar entre las poblaciones en situaciones de vulnerabilidad, como pueblos indígenas, migrantes, mineros y trabajadores agrícolas”, consideró el subdirector de la OPS. Becerra pidió no subestimar a la enfermedad debido a los logros alcanzados, ya que, dijo, los brotes pueden ocurrir no sólo en los países endémicos, sino también en aquellos que están libres de la enfermedad.
Acabemos con el paludismo para siempre es el tema del Día del Paludismo en las Américas 2016, que se celebra el 6 de noviembre, y hace referencia a la posibilidad única que tiene el mundo de poner fin a la enfermedad para 2030. Este día fue creado diez años atrás para promover las acciones contra la malaria en la región, entre las que figuran el Premio Campeones contra el Paludismo, que en los últimos ocho años ha galardonado a 21 iniciativas de diez países del continente, y ha permitido compartir experiencias para un mejor combate a la enfermedad.
El Instituto Milken de la Escuela de Salud Pública de la Universidad George Washington, el Centro para Programas de Comunicación de la Escuela Bloomberg de Salud Pública, de Johns Hopkins, y la Fundación de las Naciones Unidas, son socios de la OPS/OMS en estas iniciativas.