El viaje de los gametos masculinos

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT La espermatogénesis es el largo proceso por el cual se producen los espermatozoides a partir de las células germinales primordiales del macho (espermatogonias), mediante mecanismos de mitosis y meiosis. Este proceso de formación del espermatozoide (o gametogénesis), se realiza en las células que forman el epitelio germinativo, dentro de los túbulos seminíferos, que son pequeños conductos enrollados de 0.2 mm de diámetro. Cada testículo posee de uno a cuatro túbulos seminíferos, lo que se encuentran enrollados y en ellos se localizan las células de Leydig que secretan hormonas como la testosterona. La maduración final se lleva a cabo en otra estructura, llamada epidídimo, que son dos tubos (uno derecho y uno izquierdo) que conectan a los testículos.

Las células implicadas en la espermatogénesis comienzan este proceso con una dotación cromosómica diploide (2n), y terminan con una haploide (n). El espermatozoide, la célula reproductora masculina (gameto), es la destinada a la fecundación del óvulo.

Cuando un mamífero alcanza la pubertad, el hipotálamo activa la espermatogénesis por la liberación de hormonas como la gonadotropina (GnRH), y otras sexuales como la hormona folículo estimulante (FSH) que actúa directamente sobre los túbulos seminíferos, razón por que en los machos se le denomina como la hormona estimulante de la espermiogénesis (ESH).

La espermatogénesis tiene una duración aproximada de 62 a 75 días en la especie humana y consta de tres fases o etapas: mitosis o espermatocitogénesis, meiosis y espermiogénesis o espermatohistogénesis. Por tanto, espermatogénesis es el proceso completo y la espermiogénesis es el último paso, este proceso incluye desde la maduración del gameto, comenzando por ser una espermátida y finalizando como espermatozoide.

Los espermatozoides formados se transportan a través de los testículos. En el interior de los testículos están los túbulos seminíferos que al estar retorcidos forman la rete testis, es decir, una red testicular, luego convergen para formar los conductos eferentes que terminan en el epidídimo, que está rodeado por una capa fibrosa y un tubo delgado y muy largo (6 m aproximadamente). La principal función del epidídimo es almacenar los espermatozoides hasta que éstos completen su maduración y sean capaces de moverse por sí mismos antes de ser eyaculados. El conducto deferente es la continuación del epidídimo y se une al conducto eyaculador que desemboca en la uretra prostática. El conducto deferente puede actuar gracias a un conjunto de estructuras adyacentes denominado funículo o cordón espermático y lo componen: la arteria testicular, nervios, venas, vasos linfáticos y el músculo cremáster.

Varias estructuras secretan líquidos útiles para la eyaculación de los espermatozoides. La próstata, es una glándula del tamaño de una nuez de castilla que rodea a la vejiga y uretra secreta un líquido con pH alcalino que se mezcla con los espermatozoides al momento de la eyaculación, cuya función es, de llegar a la vagina, ayudar a neutralizar su pH ácido. Las glándulas de Cowper se localizan por debajo de la próstata y son del tamaño de un chícharo, cuya función es la de producir un líquido lubricante que se vierte en la uretra.

Finalmente, el semen o esperma es una mezcla de espermatozoides y secreciones de líquidos de color blanquecino que sirve como vehículo a aproximadamente 100 millones de espermatozoides durante la eyaculación (2 ml).

El último tramo del viaje del semen es a través del pene, el cual es un órgano que tiene la propiedad de cambiar a un estado turgente o rígido y se localiza en la región púbica. El interior posee tres áreas cilíndricas de tejido eréctil, dos llamados cuerpos cavernosos y uno esponjoso. Además de ser el órgano mediante el cual se deposita el esperma en la vagina, tiene otra función, la de miccionar u orinar; pero cuando el pene se encuentra en estado erecto (que es el estado funcional para la cópula) no puede miccionar, debido a que las contracciones de los músculos isquiocavernosos y bulbocavernosos.

El semen es el resultado de un largo proceso que los gametos masculinos deben seguir a través de varias estructuras y ser acompañados de diversas secreciones para que puedan cumplir con su función final que es la de fecundar a un gameto femenino u óvulo.

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