Alimentación España , Burgos, Lunes, 01 de octubre de 2012 a las 15:20

Estudian alternativas al tratamiento de lixiviados en el CTR de Aranda de Duero

El trabajo, cuyo objetivo es mejorar la calidad del material bioestabilizado final, centra la tesis doctoral de un investigador de la Universidad de Burgos

Cristina G. Pedraz/DICYT Un investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Burgos ha presentado recientemente su tesis doctoral en torno a la caracterización y tratamiento de los lixiviados (la sustancia líquida resultante de la degradación de la materia orgánica) generados en el CTR (Centro de Tratamiento de Residuos) de Aranda de Duero, en la provincia de Burgos. El fin último de la investigación es mejorar la calidad del material bioestabilizado final, es decir, el material obtenido tras el tratamiento en el centro.

 

Según detalla a DiCYT el investigador, Juan García López, la idea surge como alternativa a la actual manera de gestionar los lixiviados en el Centro de Tratamiento de Residuos, en el que “el aporte de humedad en el compost se hace únicamente recirculando el lixiviado”. Además, añade, “tras los análisis realizados de manera asidua el compost obtenido siempre es de tipo B e incluso, en algunas ocasiones, de tipo C por los niveles de metales pesados presentes, lo que dificulta su salida”.

Por otro lado, en el trabajo de tesis se compara el lixiviado generado en un vertedero próximo a este CTR, el vertedero sellado de Aranda de Duero. “Ese lixiviado se genera como consecuencia de la descomposición anaerobia de la materia orgánica. De esta manera se puede comparar dos tipos de lixiviados producidos por la descomposición de prácticamente la misma materia orgánica pero mediante dos procesos de degradación totalmente diferentes: uno en una ambiente oxidativo, en el caso del CTR, y otro en un ambiente reductor, en el caso del vertedero”, explica.

De este modo, se ha estudiado la composición del lixiviado en todas las fases del proceso oxidativo y se ha comparado con la del generado en un ambiente reductor, lo que permite “profundizar más en el comportamiento de la materia orgánica generada a partir de los residuos y en ver la forma de obtener menos metales en el compost”.

En este sentido, el investigador ha observado importantes diferencias en cuanto a los contenidos de metales en los lixiviados de un CTR frente a los de un vertedero. “Esto es un hecho curioso ya que el CTR contiene únicamente residuos sólidos urbanos (RSU) frente al vertedero, que incluye además de RSU residuos industriales, papel, cartón, y envases de PED, PEAT, brick, etc”. No obstante, aunque lo lógico sería pensar que el lixiviado del vertedero presentaría mayor contenido en metales que el del CTR “sin embargo el manganeso, zinc y, en menor medida el plomo, se encontraban a mayores concentraciones en el lixiviado generado en el CTR”.

 

Fases de trabajo

 

La investigación se inició a principios de 2011. La primera fase de desarrollo consistió en el estudio de la evolución del lixiviado en el vertedero, sellado en el año 2008, y posteriormente en la evolución del lixiviado en el túnel de fermentación. A continuación, se comparó la calidad del material bioestabilizado obtenido regando con lixiviado o con agua. Paralelamente se estudió el tratamiento de lixiviados mediante tecnología de biorreactor de membrana (MBR) con ultrafiltración, precedido de un tratamiento físico-químico. El sistema se completó con una decantación posterior al tratamiento físico-químico y previa al MBR.

 

Tras las distintas fases de desarrollo del trabajo, el investigador comprobó que se llegaron a obtener reducciones en el material bioestabilizado de hasta el 75 por ciento en el cromo, un 32 por ciento en el cobre y un 25 por ciento en el caso del níquel, “ciertamente alentadores en la obtención de un material bioestabilizado de mayor calidad”, señala.

 

Del mismo modo, se comprobó que la tecnología de biorreactor de membrana con ultrafiltración obtuvo resultados “muy interesantes a bajo coste con un periodo de retorno de la inversión muy razonable”. Además, con un decantador “los resultados mejoran”. El investigador agrega que “estos importantes rendimientos alcanzados con el uso del MBR permiten utilizar el permeado obtenido como método de aporte de humedad al proceso, reduciendo los elevados costes de tratamiento de los lixiviados generados en un CTR”. En la misma línea, “se evita una solución alternativa que tradicionalmente se viene utilizando en los CTR: el uso directo del lixiviado como aporte de humedad al compost mediante su recirculación en las fases activa y pasiva del proceso”.

 

El trabajo se enmarca en el Departamento de Ingeniería Civil de la Escuela Politécnica Superior de la UBU y ha sido dirigido por los doctores Carlos Rad y Milagros Navarro, con amplia experiencia en investigación de compost y lodos de EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) a través del grupo de trabajo Ubucompost.