Estudian compuestos que reducen riesgos cardiovasculares
UTALCA/DICYT El propóleo —la sustancia cérea con que las abejas bañan las colmenas o vasos antes de empezar a obrar— ayudaría a mejorar el nivel del colesterol en el cuerpo humano y los indicadores de estrés oxidativo. Así lo han establecido hasta ahora especialistas de la Facultad de Ciencias de la Salud de nuestra Corporación, liderados por la académica Elba Leiva.
Los científicos estudian las propiedades del propóleo de la industria apícola, de plantas medicinales y residuos de la industria de alimentos (como el aceite de oliva) entre otros.
El propósito de este grupo de investigadores es comprobar si estas sustancias mejoran el estrés oxidativo, si incrementan el HDL —llamado colesterol bueno— y si favorecen la menor oxidación de LDL, la molécula que transporta al colesterol malo en la sangre. Todos éstos son factores de riesgo para contraer enfermedades cardiovasculares.
“Queremos comprobar el efecto de compuestos bioactivos sobre la disminución del estrés oxidativo, que es producto de muchos factores internos y externos que causan daño al organismo, como lo es entre otros el humo del cigarrillo, la contaminación en general, una vida poco saludable, el consumo excesivo de grasas y azúcar. Todo esto hace que aumente el nivel de estrés oxidativo, que nosotros buscamos disminuir”, señaló la profesora Elba Leiva.
Los resultados obtenidos hasta ahora han sido positivos, tanto in vitro como en pacientes voluntarios. Los datos están siendo incorporados en artículos científicos que se publicarán en revistas de alto impacto internacional.
Propóleo
El estudio corresponde a un proyecto apoyado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R) de la Región del Maule, denominado “Mejoramiento de la competitividad del sector apícola a partir de la diversificación de productos y su evaluación como aporte a la salud del Maule”. La iniciativa tiene una duración de dos años y medio, y busca incentivar en los apicultores la producción de propóleos de alta calidad y que sean beneficiosos para la salud.
El proyecto contó con aportes económicos del Laboratorio Rotterdam Ltda, una empresa de la Región del Maule. El equipo científico está constituido por los profesores Guillermo Schmeda, Cristina Quispe, Roxana Orrego y la doctora Verónica Mujica.
La profesora Leiva explicó que hasta ahora se ha realizado con éxito el 100 % de las actividades programadas. Entre éstas, el diagnóstico de la actividad apícola de la Región del Maule, un programa de capacitaciones a los apicultores beneficiarios del proyecto, la caracterización química de los propóleos de las cuatro zonas geográficas de la región del Maule: Romeral, San Javier, San Clemente y Curepto. Asimismo, el primer estudio clínico humano terminado. Además, se está planificando la realización de un segundo análisis clínico que tiene como objetivo demostrar el efecto tópico del propóleo sobre heridas crónicas, como lo son las ulceras de pie diabético.
En relación al primer estudio, la académica explicó que se efectuó con personas que probaron de manera continua esta sustancia cérea a través de vía oral por 90 días. “Los resultados obtenidos en un estudio clínico humano doble ciego de casos y controles son muy alentadores en relación a mejorar el nivel de colesterol de HDL (colesterol bueno) y los indicadores de estrés oxidativo, los que podrían beneficiar a las personas para tener un envejecimiento más saludable”, indicó.
“Esta investigación se realizó con un propóleo comercial aportado por el Laboratorio Rotterdam, preparado con material de la propia Región del Maule. Fue consumido por las personas durante tres meses, con una dosis definida según protocolo en la mañana y en la noche, con controles periódicos y supervisión de personal médico”, agregó la académica.
Señaló que las personas que utilizaron el producto no alteraron sus dietas ni formas de vida, logrando después de tres meses resultados positivos para su salud.
Próximos pasos
La profesional señaló que actualmente estudian cómo enfrentar el daño que genera el estrés oxidativo sobre la célula beta pancreática —responsable de la diabetes—, que es otro de los factores de riesgo que aumenta las posibilidades de tener problemas al corazón.
“Esta es otra arista de nuestra línea de investigación liderada por el profesor Sergio Wehinger —de la Escuela de Tecnología Médica— y que estamos desarrollando fuertemente, en la cual se ha podido comprobar el efecto beneficioso de dichos compuestos sobre estas células, que si se dañan, producen diabetes”, dijo.
PIEI-ES
El proyecto es parte del Programa de Investigación de Excelencia Interdisciplinaria en Envejecimiento Saludable (PIEI-ES), que desarrolla la Universidad y que es liderado por el profesor Iván Palomo.
En ese contexto, una de las líneas de trabajo desarrolladas en el PIEI-ES está relacionada con “Enfermedades Cardiovasculares, Dislipidemias y Estrés Oxidativo”, a cargo de la profesora Leiva.
“Está claro que cuando se dan estos factores de riesgo como las Dislipidemias, el estrés oxidativo o la diabetes mellitus, el envejecimiento no es saludable y se pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares, que son frecuentes en el mundo y que en Chile son la primera causa de muerte”, explicó Elba Leiva.
El PIEI-ES tiene como objetivo, estudiar, interdisciplinariamente, aspectos de la alimentación y los estilos de vida sobre el proceso de envejecimiento, generando conocimiento básico y aplicado que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas.