Frijol más nutritivo y resistente
UN/DICYT Cinco variedades de frijol, obtenidas después de una década de investigaciones, serán cultivadas en fincas de Ubaté, Simijaca y Guachetá (Cundinamarca). Entre sus características se encuentra la resistencia a la antracnosis, probablemente la enfermedad del frijol de mayor importancia económica en el ámbito mundial, causada por el hongo Colletotrichum lindemuthianum y su alto contenido de minerales como el hierro y el zinc, lo cual las hace más nutritivas.
Las nuevas variedades, registradas ante el Sistema Nacional de Cultivadores del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), son el cargamanto rojo (caracterizado por estar salpicados con un color crema) Serranía, y los bola roja Chi, Iracá, Sutagao y Hunza, producto de cruces genéticos del frijol criollo con la variedad centroamericana G-2333, muy resistente contra la antracnosis.
El punto de partida de los investigadores fue la captación en 2002 de las variedades en el banco mundial del frijol (con 36.000 variedades de la leguminosa), que funciona en Palmira (Valle del Cauca). Posteriormente, realizaron una labor de cruces genéticos de varios años en los invernaderos de la Universidad Nacional de Colombia.
“El proceso de cruzamientos en distintas zonas tomó dos años y la selección del material promisorio, ocho”, destaca el profesor Gustavo Ligarreto, experto en mejoramiento genético.
Para obtener las nuevas variedades se sembraron diferentes tipos de frijol bola roja, de cargamanto rojo en hileras, y de G-2333, el cual además sirvió como materia prima genética, pues los investigadores tomaron el polen de su flor y lo cruzaron con los estigmas de las otras plantas.
Estas cinco variedades son el resultado de un proceso en 2012, cuando se identificaron 7.000 filiales generadas de frijol, con diferencias en sus grados de resistencia. Después, se realizó un procedimiento de discriminación basado en características como buen color del grano, buen hábito de la planta, sabor, siembra rápida y resistencia.
Más nutritivo, más resistente
La antracnosis se caracteriza por producir ennegrecimiento de las hojas y tallos. Cuando el frijol está en etapa reproductiva esta afección puede pasar a la semilla, lo que le da mal aspecto y dificulta su comercialización.
A través de una metodología de marcadores moleculares, los investigadores identificaron los genes de mayor resistencia a esta enfermedad.
En las etapas finales del mejoramiento, practicaron las pruebas de patogenicidad, para ello se tomaron muestras de plantas enfermas, aislaron los patógenos y lo introdujeron en las distintas variedades con el fin de determinar cuáles eran las más resistentes.
En cuanto al factor nutricional, se realizaron las pruebas del contenido mineral en las nuevas variedades de frijol. Sustancias como el hierro y el zinc, cuyas cantidades pueden ser determinantes para contrarrestar deficiencias alimentarias (principalmente generadoras de anemia), aparecieron en mayor proporción; en el caso del hierro, 60 partes por millón y en el caso del zinc, 34 partes por millón. Estos indicadores, dentro de los patrones, están por encima del promedio tradicional de los minerales en esta leguminosa.
En Colombia se siembran al año cerca de 110.000 hectáreas (ha), las cuales generan una producción que sobrepasa las 140.000 toneladas (t). Sin embargo, para abastecer la demanda interna, se importan cerca de 50.000 toneladas, la mitad de estas provienen de Canadá.